- Los recorridos entre Parque Lezama y Plaza San Martín comenzaron este miércoles.
- La opinión de los pasajeros y cuánto tardan los viajes.
Desde las 5 de este miércoles empezaron a recorrer las calles de la Ciudad las 12 unidades de los flamantes colectivos eléctricos, la primera en su tipo en territorio porteño. Manejados por mujeres, con capacidad para 13 pasajeros sentados y 30 en total, hay usuarios que estaban enterados y otros que, al verlos, se sorprenden y se suben para probarlos. La otra particularidad que llama la atención es que la menos por tres meses no habrá que pagar boleto.
Clarín sube en Parque Lezama, al inicio del trayecto que tiene como destino la Plaza San Martín, en Retiro. El recorrido va por Martín García, luego Brasil y después la calle Perú hasta Belgrano. Luego toma un tramo de Esmeralda para bajar por Bartolomé Mitre hasta San Martín.
Fernanda, una pasajera con movilidad reducida y estudiante del quinto año de Medicina en la UBA, es la primera en usar el espacio destinado a personas con silla de ruedas.
“La verdad es que está súper. Yo tengo muchos problemas con los otros colectivos por el tema de la rampa, que es muy empinada. Acá fue mucho más fácil. Conocí del servicio Instagram. Lo vi anoche y me enteré que empezarían a circular. Entonces, me animé a probar el servicio”, le dice a Clarín.
Tras pasar por algunas paradas, los usuarios miran con asombro el colectivo, más cuando conocen que el servicio es gratuito (por el momento). Hay una parada cada 350 metros, y otra cosa que sorprende es que son totalmente silenciosos.
Algo similar pasa con otros usuarios. No sabían de la novedad, pero se enteran cuando ven pasar los colectivos y deciden quedarse en la parada a esperar, para probarlos.
Más allá de que el objetivo del Gobierno porteño es dotar de transporte público una área que, desde que se implementaron los metrobuses del Bajo y la 9 de Julio se quedó sin colectivos, también llama la atención que el recorrido pasa por el Casco Histórico y toma un tono turístico.Fernanda, una usuaria que estudia medicina y valoró la simpleza para subir con su silla de ruedas a los nuevos colectivos eléctricos.
“El servicio está buenísimo. Nosotras salimos a caminar y lo vimos pasar y dijimos vamos a subirnos. Es la primera vez que veo algo como esto y la verdad está buenísimo. Nos bajamos en Perú y Garay”, dijeron Alicia y Silvia.
Clarin conversó con Evelyn, una de las conductoras. Dijo que, desde niña, su pasión era ser maestra de jardín o chofer de colectivos. Y hoy cumplió su sueño.Los nuevos colectivos eléctricos y parte del recorrido por la calle Perú. Foto: Juano Tesone
«Se siente muy lindo ser parte de un proyecto como este. Si no fuera por esto, yo no habría conseguido trabajo. Estaba esperando a que arranque el proyecto para poder trabajar, y se dio. Llevé el currículum hace 7 meses, esperé y justo me llamaron», relató.
Es su primera experiencia como chofer. «Yo le decía a mis papás que sería maestra jardinera o chofer, como mi papá. Y acá estoy», contó, y agregó: «Ya hice dos vueltas desde las 5. Calculo que tengo dos más y ahí completo mi jornada”.Los nuevos colectivos eléctricos de la Ciudad tienen capacidad para 30 pasajeros (13 sentados). Foto: Juano Tesone
Gabriela es otra de las conductoras que forma parte de esta nueva línea. Dijo que trabajó en salud hasta que hizo una entrevista en DOTA, la empresa que ganó la licitación para operar los colectivos eléctricos, y la contrataron como chofer de la línea 57.
Sumó que, luego de hacer la escuela de choferes, condujo 3 meses en la 57, hasta que empezó en los buses eléctricos. «Siempre me gustó la idea de ser conductora, pero nunca me había animado. Hasta que me decidí y acá estoy”.Gabriela, una de las conductoras en le primer día de la nueva línea de colectivos eléctricos en la Ciudad.
Cómo es el servicio
El recorrido completo está comprendido por una vuelta de 12.3 kilómetros y 36 paradas. La autonomía mínima que tienen es de 170 kilómetros. Los colectivos funcionan todos los días entre las 5 y la 1, la frecuencia es de un ómnibus cada 10 minutos y el tiempo estipulado del recorrido entre cabeceras es de 40 minutos.
El viaje que hizo Clarín duró unos 45 minutos, en los que incidieron las demoras por pasajeros que, sin subir a la unidad, preguntaban sobre el servicio. Por momentos tampoco se cumplió la frecuencia de 10 minutos entre colectivos. Se debió al primer día, en el que se hicieron pruebas y ajustes.
Las unidades tienen una velocidad máxima limitada en 60 kilómetros por hora. Aunque en zonas del Casco Histórico no pueden superar los 12 o los 20 km/h.
Además, se construyó una playa de carga en Elvira Rawson de Dellepiane y Brasil. La obra civil estuvo a cargo del Gobierno porteño, que la cedió mediante un convenio a título precario, provisorio y gratuito al operador del servicio, la empresa DOTA, que debe hacerse cargo de los servicios del predio y el mantenimiento.
Fuente Clarin