A partir de restos arqueológicos de un grupo de perros prehistóricos enterrados entre la Edad de Bronce y la Edad de Hierro se descubre que comían plantas cultivadas. La conclusión es que el ser humano ya alimentaba animales en la Prehistoria.
Existen evidencias de que Homo sapiens y Canis lupus familiaris guardaban una relación muy estrecha ya en el Paleolítico. Así lo confirma el hallazgo de fosas comunes de perros sacrificados y otro tipo de enterramientos de humanos junto a sus perros en el Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales.
El papel de los perros en las sociedades pasadas:
• Fuente de alimentación: carne, tuétano, pelo.
• Perros de trabajo especializado: perros de caza (actuaban junto a los humanos en las cacerías), perros de protección (de los asentamientos humanos y de otros animales), perros de eliminación de residuos (ingerían excrementos y otros desechos humanos), perros de carga (transportaban leña y otros materiales) y perros de guerra (existen restos arqueológicos de perros robustos tipo mastín y rottwailer empleados para pelear).
Los perros adaptan su dieta a lo largo de la historia
Cuando los perros se separaron en la línea evolutiva de los lobos, hace más de 30.000 años, la dieta de los perros cambió a consecuencia de la adaptación al nuevo nicho ecológico que están por ocupar. De está manera:
• Disminuye la caza social: poco a poco la única competencia de los perros pasarán a ser otros perros.
• Cazan presas de pequeño tamaño: acción que podían hacer solos.
• Se alimentan de carroña y desechos de humanos: esto les expone a nuevos patógenos y parásitos lo cual afectó a su microbiota intestinal, su salud e incluso su comportamiento.
• Sobras y obsequios de alimentos proporcionados por los humanos: el éxito evolutivo de los perros y su increíble adaptación a nuestro entorno, se debe a su gran habilidad social con los humanos.
Algunos perros empiezan a asimilar el almidón, otros no
Un paso importante en el proceso de domesticación de los perros, fue su adaptación a una dieta rica en almidón. Cuando los perros se acercan a los asentamientos humanos de agricultores en el Neolítico y empiezan a consumir productos cultivados, desarrollan la capacidad de digerir mejor el almidón. Esta adaptación aparece con el gen AMY2B que codifica la enzima amilasa pancreática. Esta enzima interviene en la digestión del almidón. Aunque esta adaptación, no se da en todos los perros. Incluso hoy en día existen algunos perros modernos sin capacidad de digerir el almidón.
Hace 1300 años los perros eran alimentados por los humanos
Se analizó la composición de la dieta de un grupo de perros enterrados en el yacimiento Can Roqueta (Barcelona), cuya antigüedad se remonta a hace 1300 años.
Los análisis se han hecho mediante la medición de isótopos de carbono y nitrógeno.
Los resultados concluyen que los perros prehistóricos comían una gran cantidad de plantas cultivadas. Se plantea la hipótesis de que los humanos alimentaban a sus perros porque:
• La dieta rica en carbohidratos y proteínas vegetales, no se corresponde con la alimentación autónoma de los perros.
• La dieta de los perros con plantas cultivadas se mantiene constante en el tiempo.
Los humanos alimentaban a sus perros dependiendo de su trabajo
Entre los distintos restos arqueológicos estudiados se ha observado cierta variabilidad en la dieta de los perros. Por ejemplo, algunos de los perros analizados, consumían más carne que otros. Se piensa que esta variabilidad es fruto de:
• Los humanos de referencia: cada perro se habría adaptado a la ingesta de alimento en función de lo que comían los humanos con los que convivía.
• La labor desempeñada por el perro: el humano habría provisto distinto tipo de dieta a los animales en función de la tarea desempeñada. Con esto, no sería lo mismo lo que comería un animal que vigila el ganado que otro que se emplea para cargar leña o en la lucha.
Referencias:
• Albizuri, S. et al. 2019. Dogs in funerary contexts during the Middle Neolithic in the northeastern Iberian Peninsula (5th–early 4th millennium BCE). Journal of Archaeological Science: Reports, 24, 198-207.
• Albizuri, S. et al. 2021. Dogs that ate plants: changes in the canine diet during the late bronze age and the first iron age in the northeast Iberian Peninsula. Journal of World Prehistory, 34, 75-119.
• Losey, R. J et al. 2022. The evolution of dog diet and foraging: Insights from archaeological canids in Siberia. Science Advances, 8(29), eabo6493.
Fuente: https://www.muyinteresante.com/mascotas/59810.html