Sanlúcar de Barrameda

Sanlúcar de Barrameda

Sanlúcar de Barrameda es una ciudad y municipio español situado en la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía.

Asentada en la margen izquierda del estuario del río Guadalquivir, frente al parque nacional y natural de Doñana, dista 23 km de Jerez de la Frontera, 50 km de la capital de provincia, Cádiz, y 96 km de la capital autonómica, Sevilla. Su población a 1 de enero de 2022 es de 69 727 habitantes (INE 2022).
El término de Sanlúcar ha estado habitado desde la prehistoria y la Antigüedad, perteneciendo a Tartessos, a Turdetania, a la Bética y a varios territorios andalusíes. En la Edad Media, tras la Reconquista, la villa de Sanlúcar pasó a formar parte del reino de Sevilla y fue otorgada en señorío en 1297 a Guzmán el Bueno, fundando un poderoso linaje nobiliario que sería conocido más tarde como casa de Medina Sidonia.
Entre los siglos XV y XVIII, la situación estratégica de Sanlúcar hizo que adquiriera relevancia en la exploración (por ejemplo de Sanlúcar salió y regresó el primer viaje alrededor del mundo, Expedición de Magallanes-Elcano) colonización, comercio y evangelización de América, siendo episodios importantes en este periodo la caída en desgracia de la casa de Medina Sidonia en 1641, la decadencia general de España bajo Carlos II, el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1711 y el terremoto de Lisboa de 1755.
En el 1833 pasó a formar parte de la recién creada provincia de Cádiz. En el siglo XIX la actividad económica de la ciudad se reconvirtió a la viticultura y al turismo estival, sobre un fondo de precariedad y grandes desigualdades sociales. Con gran implantación anarquista durante la Segunda República Española, quedó desde el principio de la Guerra Civil en manos de los sublevados, sin sufrir daños de importancia. En 1973 fue declarada conjunto histórico-artístico. Desde la restauración de la democracia Sanlúcar ha estado gobernada por partidos de todo el espectro político.
Actualmente (2010) Sanlúcar es conocida por su gastronomía, principalmente el vino manzanilla y los langostinos; por su música, en particular el flamenco, y por el turismo estival, sobre todo por las carreras de caballos en la playa, declaradas de Interés Turístico Internacional. Menos conocido, pero de gran importancia para los historiadores, es el Archivo de la Casa de Medina Sidonia, ubicado en el palacio del mismo nombre. Nuestra Señora de la Caridad Coronada es patrona de la ciudad y alcaldesa perpetua desde 1917.
Toponimia
En la Baja Andalucía existen o existieron otros lugares llamados Sanlúcar, que se diferencian entre sí añadiendo al topónimo base un apellido diferenciador. En este caso, el sobrenombre que se añade es de Barrameda, aludiendo al lugar donde se sitúa el puerto de Sanlúcar. El pago de Barrameda estuvo durante siglos separado del casco urbano de Sanlúcar, estando unidos por el denominado camino de Barrameda. El desarrollo urbano ha unido los dos lugares.
En cuanto a la etimología de ambos topónimos, no hay consenso entre los estudiosos del tema, existiendo varias hipótesis. El nombre de Sanlúcar podría proceder del árabe shaluqa (شلوقة), nombre árabe del viento de Levante llamado siroco o jaloque que es la hipótesis que pueda ser menos probable, teniendo en cuenta que el viento de Levante donde sopla con menos intensidad y tiene menos relevancia de toda la provincia de Cádiz, es precisamente en Sanlúcar. Otra hipótesis es que procede del latín sub lucare, es decir ‘tras el bosque’ (del sustantivo latino lucus, ‘bosque’, y la terminación colectiva -are. La transformación de sub en so y luego en san sería el efecto de la etimología popular, que tras perder conciencia del origen del término lo asimiló a un inexistente santo (san, apócope de santo). Sin embargo, la hipótesis más factible (por los restos arqueológicos de la zona y la similitud con las palabras en latín) propone que Sanlúcar derivaría de las palabras latinas sanctus locus o sea «Santo Lugar» y que haría referencia a El Tesorillo de la Algaida (santuario dedicado a la diosa Astarté o Venus) y del que hoy se conservan unos restos arqueológicos. Por su parte, Barrameda procedería del árabe bar-am-ma’ida (‘el pozo de la meseta’).
Además Sanlúcar de Barrameda recibe el sobrenombre histórico de «Puerto Lucero».
Símbolos
Escudo

El escudo de Sanlúcar muestra, sobre campo de plata, un toro de carnación alado tumbado sobre unos evangelios de oro, situado sobre ondas de azur y plata, respaldado por una torre almenada de plata, coronada por una estrella. El conjunto está orlado con la leyenda Luciferi Fanum y, al timbre, una corona real cerrada. El mote o lema se refiere al Templo del Lucero que menciona Estrabón y que muy probablemente se levantaba en el yacimiento arqueológico conocido como El Tesorillo de la Algaida. La estrella y la torre se encuentran vinculados al Templo. La estrella representa al planeta Venus o Lucero, mientras que la torre puede representar el propio templo. El toro alado tumbado sobre los evangelios representa en el tetramorfos a San Lucas el Evangelista, patrón de la ciudad.
Las insignias de San Lucas constituyen las armas de la ciudad desde el siglo XVI. Se añadieron dos siglos más tarde.

Bandera
La bandera de Sanlúcar fue creada en 1999 por el periodista y escritor local José Carlos García Rodríguez quien usó como motivo central el escudo del municipio. Fue inscrita en el catálogo andaluz de símbolos de entidades locales en 2004 con la siguiente descripción:
Bandera rectangular de proporciones 2’5 unidades de larga por 1’5 unidades de ancha dividida perpendicularmente al asta en dos franjas: La superior de color rojo carmesí y en ella centrado y sobrepuesto el escudo de armas oficial de Sanlúcar de Barrameda, timbrado, ocupando 2/5 del ancho del vexilo. La inferior color azul cargada con dos franjas en onda de color amarillo, encontrándose la superior disminuida.

Geografía
Sanlúcar de Barrameda se localiza en la costa atlántica de la comunidad autónoma de Andalucía, en la provincia de Cádiz. Concretamente en el margen izquierdo de la desembocadura del río Guadalquivir, que la separa de las provincias de Huelva y Sevilla. Su término municipal ocupa una extensión de 170,27 km². Sus playas tienen una longitud de 6 km. Limita con los municipios de Trebujena, Jerez de la Frontera, Rota, El Puerto de Santa María y Chipiona. Queda representado en la hoja MTN50 (escala 1:50.000) n.º 1047 del Mapa Topográfico Nacional. Siendo sus coordenadas: 36°46′44″N 6°21′14″O
Noroeste: río Guadalquivir y océano Atlántico
Norte: río Guadalquivir, parque nacional y natural de Doñana, Almonte y Aznalcázar
Nordeste: Trebujena
Oeste: océano Atlántico
Este: Jerez de la Frontera
Suroeste: Chipiona
Sur: El Puerto de Santa María y Rota
Sureste: Jerez de la Frontera

Forma parte de la zona turística denominada Costa de la Luz, y dista 44 km de la capital de provincia, Cádiz, por la ruta más corta y 52 km por la ruta más rápida Cádiz. Dentro de su término está el pinar de la Algaida y las marismas de Bonanza, lugares que forman parte del parque natural de Doñana, en las Marismas del Guadalquivir.
Relieve
Sanlúcar se sitúa en la depresión del Guadalquivir. Parte de su término forma parte de las marismas, originadas por la colmatación del antiguo Lacus Ligustinus. La zona costera del barrio bajo está formada por un gran arenal, que antaño estaba formado por dunas y cerros, como continuación natural de las Arenas Gordas.
En esta zona, en la que destaca la gran duna fosilizada de Monte Algaida, la arena tiene una gran contenido en ilmenita. El núcleo urbano principal se encuentra dividido longitudinalmente por la Barranca, que tiene unos 20 m de altura sobre el nivel del mar y que se extiende desde La Jara a Bonanza, formando un escalón cuyo material principal es el barro. La campiña está formada por pagos de albariza y por bujeos.
Hidrografía
El padre Faustino Míguez, escolapio y profesor de física y química del colegio que esta congregación tenía en Sanlúcar, estudió en 1872 las aguas del municipio en su obra «Análisis de las aguas públicas de Sanlúcar de Barrameda». El Inventario de los Humedales de Andalucía incluye las marismas de Bonanza y la laguna del Tarelo.
Playas
Sanlúcar dispone de unos 6 km de playas, encuadradas en la denominada Costa de la Luz. Las principales son las siguientes:
• Playa de Bonanza: se encuentra en la desembocadura del río Guadalquivir, junto a las salinas y marismas del espacio natural de Doñana. Tiene una longitud de 1200 metros y una anchura media de 40. Carece de paseo marítimo, es de aguas tranquilas y fácil acceso a pie y en coche.
• Playa de Bajo de Guía: tiene una longitud de 800 m y una anchura media de 50. Es de arena fina, resulta adecuada para el deporte de la vela o otros deportes relacionados con el viento. Es urbana, con paseo marítimo, posee equipo de salvamento, es de fácil acceso y tiene acceso para minusválidos. En ella se ubica el pantalán del buque Real Fernando, que realiza travesías Guadalquivir arriba y atraca en Doñana. Junto a este pantalán se ubica el Real Club Náutico, que dispone de varadero y de acceso a embarcaciones.
• Playa de la Calzada o de las Piletas: es urbana y tiene paseo marítimo. Su longitud es de 2300 m, con una anchura media de 60. Dispone de servicios de vigilancia. En ella se realizan cada verano las carreras de caballos, por lo que también se la conoce como el Hipódromo de Sanlúcar. En el límite con la playa de Bajo de Guía, junto al complejo polideportivo y al Club de Actividades Náuticas Eslora, hay un acceso autorizado de embarcaciones. Asimismo en la playa de las Piletas fondean numerosas pequeñas embarcaciones dedicadas a la pesca y al recreo y tiene su sede el Club de Pesca La Balsa.
• Playa de la Jara: tiene una longitud de 1550 m y una anchura media de 40. Es semiurbana, sin paseo marítimo. Tiene servicios de vigilancia. Se encuentra protegida por los acantilados de barro del Espíritu Santo y por dunas y rompeolas artificiales. Además en ella se conserva el corral de Merlín, uno de los tres corrales de pesca que llegó a tener el municipio.
Playas tan fámosas las de Sanlúcar que ya aparecen citadas en el capítulo III de Don Quijote de esta guisa: «…él ansimismo en los años de su mocedad se habia dado á aquel honroso ejercicio andando por diversas partes del mundo buscando sus aventuras, sin que hubiese dejado los percheles de Málaga, islas de Riarán, compás de Sevilla, azoguejo de Segovia, la olivera de Valencia, rondilla de Granada, playa de Sanlucar…».
Clima
Sanlúcar tiene un clima de tipo mediterráneo subtropical. Presenta un escaso índice de precipitaciones y las temperaturas más suaves de la provincia. La insolación alcanza un promedio anual de 3000 a 3200 horas, siendo uno de los municipios más soleados de Europa. El verano es seco y algo más húmedo en la franja litoral por la influencia atlántica.
Flora
Varios pinares de repoblación compuestos principalmente por pinos piñoneros (Pinus pinea) y retama blanca (Retama monosperma) han desaparecido debido a la urbanización o están amenazados. Las dunas en la playa de Las Piletas, aunque muy degradadas, conservan vegetación autóctona como el barrón (Ammophila arenaria L.), la azucena de mar (Pancratium maritimum L.), el carretón de playa (Medicago marina L.), el cardo de mar (Eryngium maritimum), (Cyperus capitatus Vand.), el alhelí de mar (Malcolmia littorea L.) y el cuernecillo de mar (Lotus creticus L.).
Fauna
Camaleón común
Hasta hace muy poco el camaleón común (chamaeleo chamaeleon) era una especie muy abundante en las huertas y navazos sanluqueños. La desaparición del hábitat de esta especie debido a la urbanización masiva de la costa española la hace una especie vulnerable. Es importante la colonia de milanos del Pinar de la Algaida.
Parques y jardines
• Doñana es un espacio natural protegido que cuenta con 53 709 ha, está considerado la mayor reserva ecológica de Europa y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Su superficie se extiende principalmente por la provincia de Huelva (municipios de Almonte, Moguer, Lucena del Puerto e Hinojos) y en menor parte por las de Sevilla (Pilas, Villamanrique de la Condesa, Aznalcázar, Isla Mayor y La Puebla del Río) y Cádiz (Sanlúcar de Barrameda). Lo separa de Sanlúcar el río Guadalquivir. Al parque se accede desde un embarcadero ubicado en el paraje Bajo de Guía mediante un barco transbordador que comunica las dos orillas del río. Su gran extensión de marismas acoge durante el invierno a una gran cantidad de especies de aves acuáticas. Existen diferentes instituciones científicas en su interior que velan por un desarrollo adecuado de las comarcas limítrofes y la conservación de algunas especies muy delicadas que habitan en él. Su nombre proviene del de Doña Ana de Silva y Mendoza, esposa del VII Duque de Medina Sidonia. Sus coordenadas de acceso desde el embarcadero de Bajo de Guía son 36°47′20″N 6°21′09″O.
• Pinar de La Algaida: Situado al sureste del parque nacional Doñana, en la margen izquierda del río Guadalquivir, es una de las zonas verdes más importante del municipio y constituye una zona habitual de recreo para los sanluqueños. En la zona se encuentran diferentes especies vegetales destacando principalmente el pino piñonero, acompañado por un matorral espeso constituido por jaras, lentiscos, brezos y sabinas. Una gran variedad de aves habita el entorno, como cigüeñas negras, grullas, flamencos, calamones, fochas, así como una larga lista de aves insectívoras. Existe una zona de marisma en la que existen explotaciones de salinas. El Pinar de la Algaida existe por repoblación desde principios del siglo XIX, contiene una gran colonia de milanos.
En el pinar se localizan varias áreas arqueológicas ya excavadas como El Tesorillo, un recinto sagrado prerromano dedicado al Lucero, así como El pozo de los Caveros de origen romano y la Factoría romana de La Algaida. Sus coordenadas de situación son: 36°50′47″N 6°18′54″O.
• Jardines del Palacio Ducal de Medina Sidonia. Se extienden alrededor del palacio y sobre la barranca. Fueron diseñados a principios del siglo XVI y ampliados posteriormente. Para el riego del jardín y abastecimiento de la casa se construyeron varios aljibes en época medieval. En el siglo XVII se instalaron fuentes y juegos de agua, por un cañero italiano. El antiguo picadero se ha transformado en un jardín de invierno con arriates y senderos de albero en la más clásica tradición popular andaluza. En la actualidad (2010) existe una amplia variedad de árboles y plantas de las que las más representativas son el acanto, araucaria, árbol del amor, boj, brachichitón, falso pimentero, higuera, morera, ombú, olmo, pino canario. Desde este lugar se puede observar todo el trasiego marítimo de la desembocadura del Guadalquivir.
• Jardines del palacio de los Duques de Montpensier. Se compone de amplias zonas ajardinadas que complementan el palacio de verano construido en el siglo XIX por los duques de Montpensier. Fueron diseñados por Lecolant, jardinero francés que ya había trabajado para los Duques en el jardín del palacio de San Telmo en Sevilla. Se caracteriza por buscar efectos estéticos propios de la naturaleza en estado asilvestrado, combinándose diferentes especies de árboles y plantas. Gran parte del jardín trasero desciende en desnivel desde el Barrio Alto al Bajo. Se realizaron canalizaciones subterráneas desde la finca El Botánico, más rica en acuíferos, con el objeto de surtir de agua para el riego. Por la variedad de especies que contiene se le puede considerar como un auténtico jardín botánico. Las especies más representativas son: el laurel de Indias, choricia, ombú, drago, árbol del amor, laurel, boj, ciprés, azahar de China, ficus del caucho, glicinia, falso pimentero, hiedra y encina, entre otros.
• Jardines Las Piletas. Constituyen una zona histórica de la ciudad donde se encontraron varios manantiales de aguas medicinales. Se sitúa junto a la playa, al pie de la barranca. El lugar gozó de gran predicamento entre los veraneantes y el público local desde el siglo XVIII, ya que el lugar gozaba de un microclima agradable por la cantidad de plantas que lo componían. En 1903 los manantiales de Las Piletas fueron declarados de utilidad pública y en 1913 el Ayuntamiento se hizo cargo de la gestión y explotación de las aguas de Las Piletas. En 2003 después de la restauración, se reabrieron al uso público. Actualmente (2010) el lugar tiene una riqueza botánica importante gracias a las numerosas especies vegetales que alberga, entre las que destacan los plátanos orientales, culantrillos, higueras silvestres, calas, papiros, arrayán, árbol del cielo, hiedra, eucaliptos, álamos blancos, cintas, cipreses, árboles del amor, pitosporos, así como diferentes especies de arbustos aromáticos y muchas especies arbustivas de carácter medicinal. Este jardín se encuentra inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, con carácter genérico, junto a otros veinticinco jardines de Interés Cultural de la provincia de Cádiz. Desde 2006 se halla en estado de abandono (2023).
Historia
La historia de Sanlúcar de Barrameda se extiende a través de un gran periodo de tiempo, al haber estado habitado el término de la ciudad desde la Antigüedad, suponiéndose que perteneció al ámbito de la civilización de Tartessos.
Prehistoria y Edad Antigua
La ciudad de Sanlúcar de Barrameda está ubicada en lo que se supone fue el núcleo de la antigua civilización de Tartessos, cuando probablemente recibió el nombre de Aipora, que más tarde derivó en la Ébora romana. Aunque no ha habido en el término municipal ningún hallazgo arqueológico correspondiente a Tartessos, sí se han hallado restos anteriores y posteriores a este periodo, como el dolmen de Hidalgo en El Agostado, el ídolo cilíndrico del Cortijo de la Fuente, el tesoro de Ébora (hallado fortuitamente en el cortijo de Ébora), el Bronce de Bonanza, Dentro del Pinar de la Algaida nos encontramos con 3 áreas arqueológicas ya estudiadas, El Tesorillo (santuario prerromano dedicado a Astarté) el pozo de los Caveros (pozo romano cercano a un embarcadero de la época), y la Factoría romana de La Algaida, que se dedicaba a la elaboración de salazones, en concreto del famoso garum gaditano.
Las geografías antiguas de Avieno, Estrabón y Pomponio Mela mencionan dos enclaves de importancia que estaban dentro del actual término municipal de Sanlúcar: la ciudad de Ebura o Ébora y el Luciferi Fanum, ‘templo del Lucero’. Dicho templo podría identificarse con el santuario de El Tesorillo, en tanto que Ébora parece que estuvo en el actual cortijo homónimo.
Edad Media
Siglos VIII al XII
Durante el emirato y posteriormente durante el califato, el término de la actual Sanlúcar pertenecía a la cora de Sidonia. Durante el siglo IX se produjeron varias incursiones vikingas por el río Guadalquivir, que posiblemente afectaron a los asentamientos existentes en el actual término. Existió una rábida o ribat para la defensa del estuario del Guadalquivir, del que aún hoy se conserva un lienzo de muralla tapial, y que en parte sirvió para la construcción del actual palacio de los Duques de Medina Sidonia. Esta rábida o castillo musulmán, conocido también como Castillo de las Siete Torres o Torre de Solucar, fue la fortaleza que los cristianos habían encontrado al reconquistar este lugar en 1264.
Siglos XIII y XIV
Frente a las costas de Sanlúcar, se produciría en 1247 el primer combate naval de la Historia de la marina castellana. La primera flota castellana, creada por Fernando III y dirigida por el almirante Ramón Bonifaz, se encontró en agosto de ese año con la flotilla almohade que protegía la desembocadura del Guadalquivir. La flota castellana destruyó la almohade y dejó vía libre a los barcos de Fernando III para ayudar en la conquista de Sevilla. Al ser tomada Sevilla por Fernando III en 1248, toda la zona de Jerez, incluyendo Sanlúcar, se sometió también a Castilla mediante unas capitulaciones negociadas que respetaron la vida y religión de sus habitantes, a partir de entonces llamados mudéjares. Sin embargo, las condiciones de vida de los mudéjares se fueron degradando, por lo que en 1264 se sublevaron con ayuda de los benimerines norteafricanos. Las guarniciones de los castillos de la región gaditana fueron pasadas a cuchillo. La respuesta castellana no se hizo esperar y en los meses siguientes el rey Alfonso X reconquistó definitivamente las fortalezas y expulsó a toda la población musulmana. El nombre de Sanlúcar es mencionado en las Cantigas de Santa María, escritas por este rey, concretamente en la n.º 371.
El 4 de abril de 1295, el rey Sancho IV prometió verbalmente el señorío de Sanlúcar a Alonso Pérez de Guzmán, «Guzmán el Bueno» por su heroica intervención en la defensa de Tarifa, aunque el rey murió sin hacer efectiva la donación. Fue Fernando IV quien confirmó la donación de «la villa de Sanlúcar con todos sus pobladores, términos y pertenencias, y los pechos y derechos que allí tenía y deber había», como reza el privilegio de donación firmado en Toro el 13 de octubre de 1297. Además de la villa de Sanlúcar, el señorío incluía las torres de Trebujena, Chipiona y Rota. La donación de este señorío constituyó el origen de la Casa de Sanlúcar, más tarde conocida como Casa de Niebla y posteriormente como Casa de Medina Sidonia, tras la concesión del condado de Niebla y del ducado de Medina Sidonia respectivamente. Esta casa nobiliaria castellana se convirtió en el linaje de alta nobleza más rico y poderoso de Andalucía.
Guzmán el Bueno repobló la villa, atrayendo a los repobladores con ventajas fiscales. Construyó un castillo, conocido con el tiempo como el «Alcázar Viejo», y las murallas, en el exterior de las cuales crecieron varios arrabales. Actualmente se conservan algunos restos de dichas murallas en el Albaicín. A la muerte de Guzmán el Bueno, Sanlúcar se había convertido en un señorío rico, sobre todo por las posibilidades que proporcionaba el puerto de Barrameda, más tarde llamado Puerto de Bonanza.
En 1356, Sanlúcar sería el lugar donde se iniciaría la Guerra de los Dos Pedros, conflicto que enfrentaría a Castilla y Aragón desde 1356 a 1369. En aquel año, dos naves genovesas que se encontraban fondeadas en Sanlúcar, fueron atacadas por la flota aragonesa del rey Pedro IV de Aragón. El Rey Pedro I de Castilla, que se encontraba en la ciudad y lo presenció todo, montó en cólera y declaró la guerra a Aragón.
Según la tradición, aunque no hay constancia documental, en torno a 1360 se levantó la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O. De esos años, de mediados del siglo XIV, es la crónica anónima escrita en árabe llamada Dikr bilad al-Andalus, que menciona el castillo de Šaluqa (شلوقة), situado en una ligera elevación del terreno en la margen izquierda de la desembocadura del Guadalquivir. Dada la fecha del texto, la interpretación más plausible es que el topónimo árabe Šaluqa sea una arabización del castellano Sanlúcar y no al contrario.
Edad Moderna
Siglos XV y XVI

En la segunda mitad del siglo XV, Sanlúcar se había convertido en un activo enclave comercial. El puerto de Barrameda, como la mayoría de los puertos de la Baja Andalucía, mantenía importantes relaciones comerciales con los puertos del norte de Europa, Génova, etc., siendo el vino el principal producto exportado y los textiles la principal importación. Junto con el resto de los puertos atlánticos andaluces, Sanlúcar fue un puerto activo en la exploración, comercio y explotación de las costas atlánticas de África, en dura competencia con los portugueses. Asimismo, existían dos ferias francas anuales llamadas las «vendejas».
Tras la concesión del señorío de Sanlúcar en 1298, los Pérez de Guzmán fueron acumulando títulos nobiliarios de creciente importancia: conde de Niebla (1369) y, sobre todo, duque de Medina Sidonia (1445). En 1371, obtuvieron la constitución de mayorazgo. También ostentaban la Capitanía General de la Mar Océana y Costas de Andalucía desde finales del siglo XVI. Grandes de España desde 1520, acabaron fijando su residencia estable en Sanlúcar, en el palacio de los Duques de Medina Sidonia (hoy es la sede del Archivo de la Casa de Medina Sidonia y de la Fundación Casa de Medina Sidonia).
El segundo duque de Medina Sidonia, Enrique Pérez de Guzmán, partidario de Isabel de Castilla en la Guerra de Sucesión Castellana, hizo construir el Castillo de Santiago, en el que se alojaron Isabel y Fernando cuando visitaron la ciudad en 1477. Desde 1478, el duque residió permanentemente en Sanlúcar. Ese mismo año el duque otorgó el llamado «Privilegio de los Bretones», documento que daba facilidades a estos comerciantes para establecerse en la villa y practicar sus actividades mercantiles, especialmente durante la celebración de las vendejas. También ese año, los reyes congregaron en Sanlúcar dos grandes flotas: una para conquistar Gran Canaria y otra para comerciar en la Mina de Oro en Guinea, región sobre la cual el rey de Portugal había establecido su monopolio. La armada enviada a Guinea fue sin embargo derrotada y capturada en su totalidad por los portugueses. En 1497, Sanlúcar fue la base desde la que partió la flota organizada por el duque de Medina Sidonia y comandada por el contador ducal Pedro de Estopiñán que comandó la toma de Melilla, la primera plaza norteafricana conquistada por Castilla.
A principios del siglo XVI, Sanlúcar era la localidad más poblada de los «estados» de los Medina Sidonia. También era la localidad que proporcionaba más rentas a los duques (una tercera parte del total). La prosperidad sanluqueña se asentaba no solo en el hecho de ser la capital de los «estados» ducales y residencia habitual de los duques, sino fundamentalmente al comercio y a la actividad portuaria.
La importancia comercial de Sanlúcar provocó continuos conflictos entre los almojarifes de Sevilla y los duques en relación con los derechos de aduana abonados en el puerto sanluqueño. Sanlúcar era la única población de la Baja Andalucía con aduana o «almojarifazgo mayor» propio, no englobado en el de Sevilla, en privilegio otorgado por Alfonso XI. Las rentas de la aduana eran dos terceras partes de la que el duque obtenía de la localidad. Tras el establecimiento de la Casa de Contratación en Sevilla en 1503, Sanlúcar se convirtió en el antepuerto de Sevilla, evitando a los grandes barcos la penosa navegación por el Guadalquivir para llegar a Sevilla. Esto le permitió seguir comerciando con Berbería, cuando el resto de los puertos de la Baja Andalucía habían perdido el derecho a comerciar con dicha región y el Nuevo Mundo. Ya en 1491, los Reyes Católicos habían tratado de apropiarse de la aduana sanluqueña, pero desistieron debido a la oposición ducal. Sin embargo, durante la minoría del séptimo duque, el rey Felipe II estableció una «aduanilla» en Sanlúcar, con el argumento de recaudar nuevos impuestos, no incluidos en los privilegios originales.
Sanlúcar tuvo una gran relevancia en relación con la exploración del Nuevo Mundo. De su puerto zarparon expediciones marítimas de gran importancia, como el tercer viaje de Cristóbal Colón (1498). Asimismo, fue puerto de salida en la primera vuelta al mundo en barco, la Expedición de Magallanes-Elcano#Retorno a España capitaneado por Elcano, expedición comenzada por Fernando de Magallanes el 20 de septiembre de 1519 y finalizada por Juan Sebastián Elcano el 8 de septiembre de 1522 en el mismo puerto, la cual fue ordenada por Carlos V y organizada por la Casa de Contratación, como era habitual.
Azulejo conmemorativo de la Expedición Magallanes-Elcano, en Sanlúcar de Barrameda
En el siglo XVI, la Corona dio un privilegio que reservaba un tercio de la carga de los barcos que comerciaban con las Indias para el transporte de vino. Esta protección real a la exportación vinícola benefició especialmente al Condado de Huelva y al Marco de Jerez, los territorios vitivinícolas más cercanos al puerto que tenía el monopolio del comercio indiano: el puerto de Sevilla.
Vienen de Sanlúcar,
rompiendo el agua,
a la Torre del Oro
barcos de plata.
Lope de Vega (fragmento de Amar, servir y esperar)
Al ser uno de los lugares naturales de espera de los misioneros que iban al Nuevo Mundo, y gracias al patronato de la Casa de Medina Sidonia, muchas órdenes religiosas se establecieron en Sanlúcar, llegando a ser una auténtica ciudad sacralizada, la ciudad-convento de Sanlúcar de Barrameda. Al mismo tiempo, la gran cantidad de población flotante dio lugar a una gran actividad de prostitución y delincuencia.
Por otra parte, Sanlúcar dejó en 1579 de ser una mera villa al recibir el título de ciudad. En 1576 se estableció en la población la segunda imprenta de la actual provincia de Cádiz, siendo la primera obra impresa en dicho establecimiento el compendio de medicina latino Opera Medicinalia, escrita por Pedro de Peramato.
Siglos XVII y XVIII
Sanlúcar alcanzó su apogeo a principios del siglo XVII. El resto de ese siglo y durante todo el XVIII, la ciudad fue perdiendo gran parte de su importancia.
En 1624 el rey Felipe IV visitó Sanlúcar tras un convite en el coto de Doñana organizado por el octavo duque de Medina Sidonia. En 1634, Pedro Teixeira describió la ciudad como «…de grande población. Su trato es el mayor que de ningún lugar de toda esta costa». En su puerto y playa atracaban las flotas de Indias, a la espera de la marea para subir hasta Sevilla.
En 1645, tras la conspiración independentista en Andalucía liderada por el duque cuatro años antes, Sanlúcar fue devuelta a la Corona a cambio de Tudela de Duero y Becerril, dos modestas villas castellanas. De esta forma, los duques de Medina Sidonia dejaron de ser los señores de Sanlúcar.
Situación de la Provincia marítima de Sanlúcar de Barrameda (1804-1808)
En 1711, con el traslado de la Casa de la Contratación desde Sevilla a Cádiz, el puerto de Sanlúcar perdió gran parte de su valor estratégico. Sin embargo, siguieron construyéndose magníficos ejemplos de casas de Cargadores a Indias, como la de Arizón, y se levantó un nuevo edificio para sede del cabildo en la plaza de la Rivera, que sustituyó a la antigua sede ubicada en la plaza de Arriba, llamándose esta desde entonces el «Cabildillo». Del siglo XVIII son también los edificios de la cárcel, del pósito y de la plaza o mercado de abastos.
En 1755, la población fue afectada por el terremoto de Lisboa y por el tsunami subsiguiente.
Edad Contemporánea
En 1780 se fundó la Sociedad Económica de Amigos del País de Sanlúcar de Barrameda. La estancia de Francisco de Goya en la casa de la décimo tercera duquesa de Alba, viuda del duque de Medina Sidonia, en verano de 1796, dio entre otros frutos pictóricos el Álbum A o cuaderno pequeño de Sanlúcar y parte del Álbum B o de Sanlúcar-Madrid. A principios del siglo XIX, gracias al ministro Manuel de Godoy, se creó el Jardín Botánico de la Paz, se repobló el pinar de la Algaida y se creó el Consulado y Provincia Marítima de Sanlúcar de Barrameda, que duró desde 1804 hasta 1808. Tras la caída en desgracia de Godoy, el pueblo se sublevó y destruyó todo lo que este había construido en la ciudad. A principios del siglo XIX también se construyeron el matadero municipal y el cementerio de San Antonio Abad.
Monumento a la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón de Enrique Pérez Comendador (1900-81), antes en la plaza de los Cisnes, hoy en el Palacio de Orleans y Borbón.
Durante la guerra de la Independencia, las tropas francesas entraron en la ciudad en 1810 y permanecieron en la misma hasta 1812. Durante este periodo tuvieron que hacer frente a frecuentes atentados y actos guerrilleros. En 1813, fue repuesto en el trono Fernando VII. Durante su reinado la ciudad estuvo sumida en un gran inmovilismo y solo cabe resaltar la edificación del barrio de Bonanza y una nueva aduana en su puerto que lo habilitaba para el comercio con el extranjero.
Con el decreto de división en provincias de 1833 la ciudad quedó incluida definitivamente en la provincia de Cádiz. Hasta entonces, desde la Reconquista y durante todo el Antiguo Régimen, Sanlúcar había formado parte del Reino de Sevilla y la Vicaría de Sanlúcar de Barrameda pertenecía a la jurisdicción del Arzobispado de Sevilla. La desamortización de Mendizábal afectó mucho a las numerosas órdenes religiosas instaladas en Sanlúcar, cerrándose varios conventos y desamortizando muchas propiedades rústicas y urbanas. El cambio de propiedad favoreció el surgimiento de cierta burguesía y la abolición de los mayorazgos, así como la expansión de las bodegas, por lo que se procedió a ampliar y modernizar los viñedos del municipio, en torno al antiguo vino Manzanilla manzanilla, uno de los productos más representativos de Sanlúcar, entre otros caldos. También se produjo por estas fechas la aclimatación y cultivo del algodón y del arroz en la zona de marismas, así como la plantación de muchos árboles frutales en las huertas de Sanlúcar y Bonanza.
Durante los años 1840, lo más destacable fue la creación de la Sociedad de Carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda en 1845, órgano regulador de dichas carreras de equinos, evento que se repite desde entonces cada verano en la playa sanluqueña, y la llegada a la ciudad de los duques de Montpensier e Infantes de España en 1849. Antonio de Orleans y María Luisa Fernanda de Borbón, que vivían en el sevillano Palacio de San Telmo, construyeron en Sanlúcar su residencia veraniega: el Palacio de Orleans-Borbón. Con los duques, acudió su pequeña corte de nobles, políticos y artistas, que le dieron de nuevo a Sanlúcar un carácter cosmopolita y la convirtieron en el centro de veraneo de la burguesía sevillana. La ciudad recibió en esta época varias vistas reales.
La revolución de 1868, iniciada en Cádiz y pronto extendida al resto del país, significó el comienzo del Sexenio Democrático. Durante todo el Sexenio Sanlúcar destacó por la abultada presencia de la federación española de la Asociación Internacional de los Trabajadores en la ciudad. La proclamación de la República en 1873, llevó a la radicalización de los planteamientos federalistas y así en julio de ese año comenzaron a proclamarse cantones en varias ciudades andaluzas y españolas. En Sanlúcar también se proclamó un cantón independiente, que a diferencia del resto contaba con una participación activa de obreros internacionalistas y su horizonte era una «revolución social» más que el federalismo desde abajo.
Pese a la disolución del movimiento obrero internacionalista, durante la Restauración seguirá habiendo un fuerte movimiento reivindicativo. Se genera una potente masa de trabajadores agrícolas que reivindican reformas agrarias y un mejor reparto de la tierra y que reflejarán su descontento en numerosos conflictos laborales que se suceden en el campo sanluqueño. De esta época cabe destacar las huelgas que hubo durante 1915, provocadas por la crisis de subsistencia de la Primera Guerra Mundial. En 1900, según datos del INE, la ciudad contaba con unos 24 000 habitantes diseminados por varios núcleos de población, tales como La Algaida, creada en el año 1907, Bonanza y La Jara, y pagos cuyos caseríos estaban habitados en esa época. En este período se produce una corriente migratoria procedente del norte de la península ibérica, atraída por la fecundidad de las tierras y la demanda pujante de productos alimenticios. Estos inmigrantes acapararán en gran medida el negocio vitivinícola.
Desde finales del siglo XIX hasta principios del XX se construyeron varias líneas ferroviarias que unían Sanlúcar con lugares y ciudades en sus cercanías. Una de ellas fue la línea Puerto de Santa María-Sanlúcar de Barrameda, inaugurada en 1898, que llegaba tras la línea Jerez-Bonanza.
En el primer tercio del siglo XX, Sanlúcar se consolidó como uno de los más importantes destinos de veraneo del sur de España, esplendor turístico que contrastaba con una situación social poco halagüeña. Se construyeron la plaza de toros de El Pino y los «hoteles de la playa», lujosas residencias de verano construidas en múltiples estilos historicistas, modernistas y regionalistas, como el Hotel de los Marqueses de Villamarta, obra de Aníbal González. Asimismo, a principios del siglo XX se instaló el tranvía de la Playa, que recorría el paseo de la Calzada desde la antigua plaza de la Aduana a la playa y viceversa. Es la época en la que Joaquín Turina padre pintó su cuadro de la playa de Sanlúcar y Joaquín Turina hijo compuso varias obras dedicadas a Sanlúcar, la «ciudad de plata» en su inspiración musical, como Sanlúcar de Barrameda, y a la manzanilla, su caldo predilecto.
Segunda República (1931-1936)
Cuando en 1931 se proclamó la Segunda República, la ciudad sufría graves problemas de analfabetismo (50,8% de la población), el 62,10% de las tierras del término municipal pertenecían a tan solo nueve propietarios y había una alta tasa de paro.
En las elecciones de ese año ganaron los republicanos y los socialistas, que fueron apoyados por el movimiento obrero de tendencia anarquista de larga tradición en el campo de Jerez y que había tenido su momento álgido en la Cantonal de 1873. En ese tiempo se produjo un intento de quema del convento de Capuchinos y en 1933, el Archivo Municipal y de Protocolos Notariales, sito en el Pósito municipal, sufrió un incendio. En las elecciones generales de 1933 se produjo la derrota de los socialistas y la victoria del partido de Lerroux. En Sanlúcar, el resultado de estos comicios fueron los mismos que a nivel nacional. Las nuevas autoridades populares acusaron al anterior ayuntamiento de corrupción e incompetencia y, como consecuencia del resultado electoral, fue sustituido por otro afín al gobierno de Lerroux. En 1933 se creó el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda.
Guerra Civil (1936-1939)
El palacio de los duques de Medina Sidonia fue cuartel de la Falange durante la Guerra Civil
Al estallar la Guerra Civil, en julio de 1936, los sublevados (Guardia Civil y Carabineros), con la ayuda de tropas procedentes de Jerez de la Frontera y más tarde de Regulares en ruta de Cádiz hacia Sevilla, sofocaron los focos de resistencia (los anarquistas habían declarado la huelga general y se habían hecho con armas arrebatadas a la policía municipal) y encarcelaron a sus adversarios. El día 22 de julio, Sanlúcar se encontraba en manos de los alzados. Entre el 9 de agosto de 1936 y el 4 de enero de 1937 los sublevados mataron a algo más de ochenta personas,6566 entre las que se encontraba el alcalde, Bienvenido Chamorro, y cuatro concejales. A partir del 7 de enero de ese año, comenzaron los trabajos forzados para el resto de los prisioneros.
El 3 de agosto de 1936 unos simpatizantes republicanos intentaron desplazar el buque mercante Landfort, cargado de cemento, hasta el canal de entrada al puerto y allí hundirlo con el objetivo de bloquear el tráfico naval de acceso al puerto de Sevilla, para impedir el suministro de material bélico a las tropas nacionales. La operación fracasó, desplazando la corriente el carguero hacia una de las márgenes del canal. Sin embargo, el barco hundido dificultó la navegación durante las décadas siguientes, siendo responsable de gran número de naufragios. El problema no se solucionó hasta 1982, con la puesta en servicio de un nuevo canal de acceso al puerto.
Durante el resto de la guerra la ciudad no sufrió combates ni destrucciones materiales, pese a los bombardeos republicanos en sus proximidades, si bien murieron al menos trece sanluqueños luchando en el frente en las filas de los sublevados. Durante la guerra, el palacio de los duques de Medina Sidonia fue usado por la Falange como cuartel y la Almona de Sanlúcar se utilizó como hospital, habilitándose una de sus naves como mezquita para los soldados marroquíes.
La dictadura franquista (1939-1976)
Al iniciarse el franquismo en 1940, la población residente en Sanlúcar era de 33 000 habitantes según el INE y al finalizar el mismo en 1976 era de 44 000 aproximadamente, lo cual indica que en este periodo hubo un saldo migratorio importante, porque el crecimiento de la población fue escaso a pesar de la gran natalidad de la época.
En este período la sociedad sanluqueña siguió dividida principalmente entre un pequeño grupo de terratenientes y bodegueros y una gran cantidad de jornaleros, pequeños campesinos, pescadores y comerciantes tradicionales, formando una estructura social que apenas había tenido cambios desde finales del siglo XIX.
La vida social se concentraba en los casinos de la ciudad: el Círculo Mercantil y el Círculo de Artesanos, reservado para la clase pudiente el primero y para el resto de sanluqueños el segundo. El Ateneo Sanluqueño también era un importante centro de reunión y tertulia.
Los principales actos religiosos eran la procesión de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, patrona de la ciudad, las procesiones de Semana Santa, la Velá de San Antonio, la Velá de la Divina Pastora (antecedente de la actual Feria de la Manzanilla) y la romería de El Rocío, muy minoritaria por entonces.
En la década de 1960 fue construido el hotel Guadalquivir, el mayor de la ciudad. En la década de los 70 siguió expandiéndose el turismo residencial y en 1973 fue declarado el Conjunto histórico-artístico de Sanlúcar de Barrameda. En esta etapa, cuando iba decayendo la dictadura, empezaron a organizarse sindicatos clandestinos de jornaleros y trabajadores (SOC, CC. OO., etc.), quienes desarrollaron importantes manifestaciones en pos de unas mejores condiciones de trabajo y salariales.
Transición y democracia (1976-2010)
Desde que se implantó la democracia en los ayuntamientos, Sanlúcar ha estado gobernada por diferentes partidos y coaliciones habiendo efectuado el traspaso de poderes de unos a otros sin dificultades.
A principios de esta etapa, Isabel Álvarez de Toledo, vigésimo primera duquesa de Medina Sidonia, tras asumir la jefatura de la casa nobiliaria, emprendió la restauración de su palacio de Sanlúcar, reuniendo en el solar primigenio de la casa ducal un ingente patrimonio artístico y documental cuya conservación y difusión es la base de la actual Fundación Casa de Medina Sidonia.
En el periodo inicial fue creado el parque nacional y natural de Doñana, parte del cual pertenece al término de Sanlúcar. La oferta cultural se amplió con la creación del Festival Internacional de Música «A orillas del Guadalquivir». En los años noventa se procedió a la restauración de varios edificios históricos de la ciudad por parte de la Junta de Andalucía. A lo largo del periodo democrático se ha producido un fuerte endeudamiento municipal.
El conjunto histórico-artístico, más allá de la conservación de sus edificios principales, no ha sido protegido en su totalidad a pesar de que la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1986 establece como competencia municipal la obligatoriedad de redactar un Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico. Esta situación, unida al fenómeno de la especulación urbanística, ha mermado sustancialmente el patrimonio arquitectónico, urbanístico y etnográfico sanluqueño, además de propiciar un modelo de ordenación del territorio que no sigue los criterios de sostenibilidad. Ha habido casos de ilegalidad manifiesta y demostrada en los tribunales, como el caso Sanlúcar y el caso Terán, ejemplos de corrupción política que tuvieron gran impacto mediático.
En 1984 se cerraron las comunicaciones por ferrocarril, el popularmente conocido como Tren de la Costa, últimamente (2010) se están mejorando las comunicaciones por carretera principalmente con Jerez y Chipiona, porque se están concluyendo las obras que han convertido en autovías las carreteras que enlazan con estas localidades.
En la actualidad (2010) el municipio está integrado en el área de influencia de Jerez, cuenta con una población joven y una elevada tasa de natalidad. La principal actividad económica sigue siendo la agricultura, especialmente el cultivo de la vid, estando la zona incluida en las denominaciones de origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. El sector pesquero también constituye un factor importante de la actividad económica. Asimismo, y dadas las características de su clima y de sus playas, el conjunto histórico-artístico de la ciudad y la cercanía del Parque de Doñana, el municipio es receptor de una importante cantidad de población que elige este destino para pasar sus vacaciones.
La crisis económica iniciada en 2008 afectó gravemente al empleo, al disminuir de forma drástica la actividad del sector de la construcción y resentirse la actividad turística. Prueba de ello es que, según informó la Junta de Andalucía, en el mes de enero de 2007 había 9843 personas demandantes de empleo mientras que en enero de 2010 la cifra subió a 15 736 personas.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Sanl%C3%BAcar_de_Barrameda