Quetzaltenango [ketsalteˈnaŋgo], conocida también como Xelajú [ʃelaˈxu] o Xela [ˈʃela], perteneciente al departamento de Quetzaltenango, asimismo, es la segunda ciudad más importante de la República de Guatemala.
La Ciudad Prócer, localizada a los 14° 50′ 40″ de latitud Norte y 91° 30′ 05″ de longitud oeste, a 206 km al Noroeste de la Ciudad de Guatemala. La ciudad se encuentra ubicada en un valle montañoso en el altiplano occidental de Guatemala con una altitud media sobre el nivel del mar de 2333 metros (7734 pies). Cuenta con una población de 300,000 habitantes en la zona metropolitana más la población que se genera de las ciudades colindantes debido al flujo comercial-educativo y para trabajar, la población se incrementa con 30,000 personas que conforman la población flotante de la ciudad.
Quetzaltenango cuenta con diversos centros educativos, como algunas de las universidades más reconocidas de Guatemala. Es la ciudad con la mayor cantidad de centros educativos por habitante, debido, a su estratégica ubicación, ya que la mayoría de sus estudiantes no son de Quetzaltenango, sino de ciudades y poblaciones que se ubican en un radio de 150 kilómetros de esta ciudad.
La Ciudad de Quetzaltenango fue proclamada como Capital de Centroamérica por el Parlacen en 2008. Es la cabecera del departamento de Quetzaltenango, que tiene 1953 km², equivalentes al 1,8% del territorio nacional. En el siglo XXI el municipio se incorporó a la Mancomunidad Metrópoli de los Altos, una entidad que involucra a varios municipios de los departamentos de Quetzaltenango y Totonicapán y que promueve el desarrollo sostenible de los mismos a mediano y largo plazo.
A nivel de Ciudad la población es de alrededor del cincuenta y cinco por ciento indígena o amerindia, el treinta y cinco por ciento mestizos o ladinos, y diez por ciento de europeos (en su mayoría procedentes de Italia y España) y a nivel departamental el 60.5 por ciento de la población es indígena, porcentaje superior al observado a nivel nacional (treinta y nueve por ciento); entre los indígenas predominan los grupos étnico k’iche’ y Mam. Se habla principalmente español, idioma oficial, mientras que el k’iche’ se habla en las periferias que de la ciudad y el italiano entre los descendientes de inmigrantes italianos que se establecieron en la localidad.
La población total del departamento de Quetzaltenango, censada en 1994 fue de 503.857 habitantes, estimándose que para 1997 contase con 661.375 habitantes, que equivale a un 6,0 % del total nacional. Para el período 1981-1994 la tasa de crecimiento anual fue de 1,8, inferior al promedio nacional que llegó a 2,5%.Se proyecta que para 2032 la población de la ciudad de Quetzaltenango sobrepasara los 2.31 millones de habitantes. La composición de la población es de un 43% a nivel urbana y 57% a nivel rural. A una altura aproximada a los 2357 msnm, lo que la hace una ciudad de clima muy frío.
Toponimia
Nombre en castellano
Muchos de los nombres de los municipios y poblados de Guatemala constan de dos partes: el nombre del santo católico que se venera el día en que fueron fundados y una descripción con raíz náhuatl; esto se debe a que las tropas que invadieron la región en la década de 1520 al mando de Pedro de Alvarado estaban compuestas por soldados españoles y por indígenas tlaxcaltecas y cholultecas.
En el caso de Quetzaltenango, su nombre significa «bajo la muralla del quetzal». El nombre fue evolucionando a Quetzaltenango, hasta que finalmente el gobierno de Guatemala decidió que el nombre de la ciudad sería Quetzaltenango.
Nombre en k’iche’
Una de las particularidades es que la cabecera sigue estando en el mismo lugar en que se fundó unos mil años antes de la conquista española y hasta la fecha ha ido creciendo dentro del valle del Altiplano.
El origen del nombre aún no se ha determinado con exactitud, pero en El Título Real de don Francisco IzquínNehaíb, fechado en 1558, se menciona a Culahá, Ah Xelahuh como nombre de Quetzaltenango. Los k’iche’s dieron a este lugar el nombre de Xelahuh y XelahúhQueh (Lugar de los diez venados) o el día 1 Queh de su calendario.
Geografía física
Clima
La Ciudad de Quetzaltenango posee un clima frío, ya que se encuentra en un valle montañoso a una altitud de 2.400 metros (7.956 pies) sobre el nivel del mar. El municipio que alberga la Ciudad posee climas que van desde el templado hasta el frío húmedo y tundra alpinaen las partes más altas de las sierras del Sur y Norte. Por su altura sobre el nivel del mar, la Ciudad presenta un clima de montaña frío lluvioso, con una temperatura media de 14.7°C, en los últimos días de primavera se alcanzan las temperaturas más altas, que en algunas ocasiones superan los 26°C, mientras que las más frías ocurren durante el invierno entre diciembre y febrero donde suelen bajar a -4°C en el centro histórico de la ciudad, a −6°C en zonas periféricas y a −8°C en las zonas más altas de la Ciudad, presentándose heladas en la zona urbana. Un récord de temperatura mínima se alcanzó en febrero de 2002, al descender hasta -12°C.
Existen dos estaciones mayormente marcadas, la temporada de lluvias que abarca desde mayo hasta mediados de noviembre, donde normalmente, los meses más lluviosos son junio, agosto y septiembre. Y la estación seca, que va desde diciembre hasta abril. Durante la temporada de lluvias, la lluvia cae constantemente, por lo general en las tardes. Las lluvias suelen ser más abundantes mientras mayor sea la altitud de un sitio. Por ello, la zona oriental de la Ciudad suele ser más seca que las cumbres del Cerro Siete Orejas.
En la Ciudad de Quetzaltenango, una vez que concluye la temporada de lluvias, inicia inmediatamente la temporada de heladas. Es decir, una temporada de enfriamiento intenso y brusco que se produce a causa de la pérdida nocturna de calor por irradiación terrestre. Este hecho se manifiesta generalmente hacia la madrugada durando incluso después del amanecer, provocando mañanas frías durante noviembre, diciembre, enero y febrero con depósitos de hielo en el suelo y árboles, fortaleciendo este efecto los frentes fríos que alcanzan la ciudad que se caracterizan principalmente por vientos nortes y que pueden provocar días nublados y lloviznas.
Quetzaltenango está rodeado de municipios del departamento de Quetzaltenango, excepto al norte en que conlinda con San Andrés Xecul, del departamento de Totonicapán.
Los municipios se encuentran regulados en diversas leyes de la República, que establecen su forma de organización, lo relativo a la conformación de sus órganos administrativos, tributos destinados para los mismos; esta legislación se encuentra dispersa en diversos niveles. Ahora bien, que exista legislación específica para los municipios no significa que a estos no les sean aplicables las normas contenidas en otros cuerpos normativos, pues aunque se trata de entidades autónomas, las mismas se encuentran sujetas, al igual que todas las entidades de tal naturaleza, a la legislación nacional.
Específicamente, las principales leyes que rigen a los municipios en Guatemala desde 1985 son:
Principales leyes que rigen a los municipios de Guatemala
No. Ley Descripción
1 Constitución Política de la República de Guatemala
Le son aplicables diversos artículos generales de la misma, y además tiene una regulación legal específica en los artículos 253 al 262, que constituyen su base constitucional.
2 Ley Electoral y de Partidos Políticos Ley de carácter constitucional creada por la Asamblea Nacional Constituyente que aplicable a los municipios en diversos aspectos pero fundamentalmente en el tema de la conformación de sus autoridades electas, puesto que regula la manera en que se eligen y conforman.
3 Código Municipal Decreto 12-2002 del Congreso de la República de Guatemala. Tiene la categoría de ley ordinaria y contiene preceptos generales aplicables a todos los municipios, e inclusive contiene legislación referente a la creación de los municipios.
4 Ley de Servicio Municipal Decreto 1-87 del Congreso de la República de Guatemala. Regula las relaciones entra la municipalidad y los servidores públicos en materia laboral. Tiene su base constitucional en el artículo 262 de la constitución que ordena la emisión de la misma.
5 Ley General de Descentralización
Decreto 14-2002 del Congreso de la República de Guatemala. Regula el deber constitucional del Estado, y por ende del municipio, de promover y aplicar la descentralización y desconcentración económica y administrativa.
El gobierno de los municipios de Guatemala está a cargo de un Concejo Municipal, de conformidad con el artículo 254 de la Constitución Política de la República de Guatemala, que establece que «el gobierno municipal será ejercido por un concejo municipal». A su vez, el código municipal —que tiene carácter de ley ordinaria y contiene disposiciones que se aplican a todos los municipios de Guatemala— establece en su artículo 9 que «el concejo municipal es el órgano colegiado superior de deliberación y de decisión de los asuntos municipales […] y tiene su sede en la circunscripción de la cabecera municipal». Por último, el artículo 33 del mencionado código establece que «[le] corresponde con exclusividad al concejo municipal el ejercicio del gobierno del municipio».
El concejo municipal se integra de conformidad con lo que establece la Constitución en su artículo 254, es decir «se integra con el alcalde, los síndicos y concejales, electos directamente por sufragio universal y secreto para un período de cuatro años, pudiendo ser reelectos». Al respecto, el código municipal en el artículo 9 establece «que se integra por el alcalde, los síndicos y los concejales, todos electos directa y popularmente en cada municipio de conformidad con la ley de la materia».
Existen también las Alcaldías Auxiliares, los Comités Comunitarios de Desarrollo (COCODE), el Comité Municipal del Desarrollo (COMUDE), las asociaciones culturales y las comisiones de trabajo. Los alcaldes auxiliares son elegidos por las comunidades de acuerdo a sus principios, valores, procedimientos y tradiciones, estos se reúnen con el alcalde municipal el primer domingo de cada mes. Los Comités Comunitarios de Desarrollo y el Consejo Municipal de Desarrollo tiene como función organizar y facilitar la participación de las comunidades priorizando necesidades y problemas así como buscar la solución de los mismos.
Historia
Época precolombina
La actual cabecera también es mencionada en relación con guerras comunes de K’iche’s y Kaqchikeles de 1552 14, con el nombre de Xelahuh como el nombre que tuvo en el período indígena de la época del rey Quicab, y quizá por mala copia u otro motivo pasó a escribirse como Xelahub. El texto agrega que el pueblo, quemado antiguamente por Ah Chiyú, Ah Chi Ckix, Halic y Tabanal, fue conquistado por los zotziles y tukuchés. En el Popol Vuh 15 se le menciona como Xelahuh.
Conquista
Avanzando a lo largo de la llanura costera del Pacífico, Pedro de Alvarado no encontró oposición hasta llegar al río Samalá en el oeste de Guatemala. Esta región formaba parte del reino k’iche’ y tropas k’iche’s trataron de impedir el cruce del río. No obstante, los conquistadores lograron cruzarlo y saquearon los asentamientos cercanos con el fin de aterrorizar a la población y disuadirla de realizar futuros actos de resistencia. El 8 de febrero de 1524, después de forzar su paso del río, el ejército de Alvarado libró una batalla en Xetulul, llamado Zapotitlán por sus aliados mexicanos y actualmente conocido como San Francisco Zapotitlán. Aunque sufrieron muchas heridas infligidas por los arqueros k’iche’s que lo defendían, los españoles y sus aliados tomaron el pueblo por asalto e instalaron un campamento en la plaza central. Luego, Alvarado volvió a dirigirse río arriba internándose en la Sierra Madre y cruzando el paso hacia el valle fértil de Quetzaltenango, en el centro del reino k’iche’. El 12 de febrero de 1524, los aliados mexicanos de Alvarado fueron emboscados en el paso y rechazados por los guerreros k’iche’s, pero la carga de la caballería española que siguió causó honda impresión a los k’iche’s, que nunca antes habían visto caballos. La caballería logró dispersar a las tropas k’iche’s y los españoles se acercaron a la ciudad de Xelajú -Quetzaltenango-, que encontraron abandonada por sus habitantes. Si bien la opinión común es que el príncipe k’iche’ Tecún Umán murió en la batalla cerca de Olintepeque al norte de Quetzaltenango, los relatos de los españoles dejan claro que al menos uno y posiblemente dos de los señores de Q’umarkaj fallecieron en los intensos combates durante el acercamiento inicial a Quetzaltenango. Sin embargo, según la noción común, Tecún Umán falleció durante la batalla de El Pinar, y, de acuerdo con la tradición local, murió en los Llanos de Urbina al sureste de Quetzaltenango, cerca del actual pueblo de Cantel.
En su tercera carta a Hernán Cortés, Pedro de Alvarado describió la muerte de uno de los cuatro señores de Q’umarkaj en las cercanías de Quetzaltenango. La carta, fechada el 11 de abril de 1524, fue escrita durante su estancia en Q’umarkaj. Casi una semana después, el 18 de febrero de 1524, el ejército k’iche’ se enfrentó nuevamente a las fuerzas españolas en el valle de Quetzaltenango. Los k’iche’s fueron derrotados y sufrieron grandes pérdidas, incluyendo muchos de sus nobles. Tan alto era el número de muertos entre los combatientes k’iche’s que se le dio el nuevo nombre de Xequiquel («bañado en sangre») a Olintepeque. Esta batalla agotó las fuerzas militares de los k’iche’s, que finalmente pidieron la paz y ofrecieron el pago de tributo, invitando a Pedro de Alvarado a su capital Q’umarkaj. Alvarado desconfiaba profundamente de las intenciones de los k’iche’s, pero aceptó la invitación y se dirigió con su ejército a Q’umarkaj, llamado Utatlán Tecpan por los aliados de habla náhuatl de los españoles.
En marzo de 1524, Pedro de Alvarado llegó a Q’umarkaj después de haber aceptado la invitación del liderazgo k’iche’ tras la catastrófica derrota de este en el valle de Quetzaltenango. Aunque temía una trampa por parte de los k’iche’s, Alvarado entró en Q’umarkaj, pero en lugar de aceptar alojamiento dentro de la ciudad, prefirió instalar su campamento en la llanura fuera de la ciudad. Ante la amenaza que representaba el gran número de guerreros quichés reunidos fuera de la ciudad y temiendo que su caballería no fuese muy efectiva en las estrechas calles de Q’umarkaj, Alvarado invitó a los más altos caudillos de Q’umarkaj —Oxib-Keh, el ajpop o rey, y Beleheb-Tzy, el ajpopk’amha o rey electo— a visitarlo en su campamento. Tan pronto como lo hicieron, se apoderó de ellos y los retuvo como prisioneros en su campamento. Cuando los guerreros k’iche’s se dieron cuenta de lo que había sucedido, atacaron a los españoles y a sus aliados indígenas y lograron matar a uno de los soldados españoles. En este momento Alvarado ordenó que los señores capturados fueran quemados vivos y, después de repeler el ataque, procedió a incendiar toda la ciudad. Tras la destrucción de Q’umarkaj y la ejecución de sus gobernantes, Pedro de Alvarado envió mensajes a Iximché, la capital de los k’akchi’keles, proponiendo una alianza para neutralizar la resistencia del resto de los bastiones de los quichés. Alvarado escribió que Iximché envió cuatro mil guerreros para ayudarle en su campaña, aunque las escrituras de los cakchiqueles mencionan que sólo enviaron cuatrocientos.
En octubre de 1526, el rey k’ach’ikelSicanam, establecido en el área que ocupan los modernos departamentos de Chilmaltenango y Sacatepéquez, se alió con Sequechul, depuesto rey de Utatlán y los k’iche’s y, aprovechando una noche oscura y lluviosa se acercaron a Quetzaltenango. Hasta entonces, habían estado hostigando a los indígenas que ya eran vasallos de los conquistadores españoles y llevaban sus productos a la capital del reino, alterando así la cadena de suministros de la misma; pero esa noche decidieron tomar la ofensiva. A cargo de la defensa de la ciudad estaba Pedro Portocarrero, a quien Pedro de Alvarado había dejado al mando durante un viaje que tuvo que hacer a España; al ver a los rebeldes, Portocarrero dejó al alcalde ordinario Hernán Carrillo a cargo de la defensa de la ciudad y salió a enfrentar la amenaza con doscientos quince soldados españoles, ciento ocho jinetes, ciento veine indígenas tlaxcaltecos, doscientos treinta indígenas mexicanos y cuatro cañones. Tras las sangrientas batallas que se produjeron, las fuerzas españolas hicieron retroceder a los rebeldes hasta Chimaltenango, pero ellos a su vez sufrieron considerables bajas y tuvieron que retornar a Quetzaltenango por refuerzos. Finalmente, Portocarrero y sus hombres lograron cercar a Sicanam y a Sequechul en lo alto de un cerro, y tras fuertes batallas los apresaron; ambos reyes pasaron quince años en prisión hasta que Pedro de Alvarado los embarcó para las Molucas y no se supo más de ellos.
Tras la Independencia de Centroamérica
En 1825, los diputados Juan José Flores Estrada, Laureano Nova y Manuel Montúfar y Coronado, solicitaron a la Asamblea Constitucional que se le diera el título de ciudad al pueblo de «Quezaltenango». Esta accedió por medio del decreto No. 63 de fecha 29 de octubre. Debe indicarse que algunos escritores refirieron el nombre posteriormente como «Quetzaltenango», indicando que provenía del lugar en que abundaban los quetzales (Pharomachrusmocinno) basándose en el título de IxquinNehaib de 1558.a
El Estado de Guatemala fue definido de la siguiente forma por la Asamblea Constituyente de dicho estado que emitió la constitución del mismo el 11 de octubre de 1825: «el estado conservará la denominación de Estado de Guatemala y lo forman los pueblos de Guatemala, reunidos en un solo cuerpo. El estado de Guatemala es soberano, independiente y libre en su gobierno y administración interior.»
Quezaltenango fue uno de los municipios originales del Estado de Guatemala fundado en 1825; estaba en el departamento de Quezaltenango/Soconusco, y era la cabecera del mismo, junto con los municipios Ostuncalco, San Marcos, Tejutla y Soconusco.
Sexto Estado de los Altos
El 2 de abril de 1838, en la ciudad de Quetzaltenango, un grupo secesionista liberal fundó el independiente Estado de Los Altos el cual pretendió independizarse de Guatemala. Este estado estaba constituido por los modernos departamentos de Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos, Totonicapán y Sololá— y era donde se aglutinaban los más importantes criollos miembros del Partido Liberal de Guatemala y los enemigos liberales del régimen conservador, quienes de esta forma ya no tenían que emigrar a El Salvador teniendo un estado liberal favorable prácticamente en su país.
Los liberales en Los Altos empezaron a criticar duramente al gobierno conservador de Mariano Rivera y Paz; tenían incluso su propio periódico: El Popular, que contribuyó a las duras críticas. Además, existía el hecho de que Los Altos era la región con mayor producción y actividad económica del antiguo Estado de Guatemala; sin Los Altos, los conservadores perdían muchos de los méritos que sostenían al Estado de Guatemala en la hegemonía de Centro América. Entonces, el gobierno de Guatemala intentó llegar a una solución pacífica, pero los altenses, amparados en el reconocimiento del congreso de la Federación Centroamericana no la aceptaron; el gobierno de Guatemala entonces recurrió a la fuerza, enviando al general en jefe del Ejército Rafael Carrera a someter a los Altos.
El 14 de abril de 1838 los conservadores perdieron el poder del Estado de Guatemala, y Rafael Carrera -líder del movimiento campesino- fue confinado a las serranías de Mita. Todo se inició con la incursión de las fuerzas liberales de Morazán y José Francisco Barrundia y Cepeda, quienes ingresaron a Guatemala y al llegar a San Sur, ejecutaron a Chúa Álvarez, suegro de Carrera y colocaron su cabeza en una pica para escarmentar a todos los seguidores de éste. Al saberlo, Carrera y su esposa Petrona, que habían salido a enfrentar a Morazán tan pronto como se enteraron de la invasión y se encontraban en Mataquescuintla, juraron que no perdonarían a Morazán ni en la tumba. Tras enviar a varios emisarios, a quienes Carrera no quiso recibir -en especial a Barrundia a quien le informó que no lo recibía para no matarlo- Morazán inició un fuerte ofensiva de tierra arrasada, destruyendo a los pueblos estaban a su paso y despojándolos de su pocos bienes, y obligando a las fuerzas de Carrera a esconderse en las montañas.
Creyendo que Carrera estaba totalmente vencido, Morazán y Barrundia se dirigieron a la Ciudad de Guatemala en fueron recibidos como salvadores por el gobernador Valenzuela y los miembros del Clan Aycinena, quienes incluso propusieron patrocinar uno de los batallones liberales, mientras que Valenzuela y Barrundia pusieron a las órdenes de Morazán los recursos de Guatemala para solventar cualquier problema financiero que tuviera. Los criollos de ambos partidos celebraron hasta el amanecer el hecho de que tuvieran al fin a un caudillo como Morazán, capaz de derrotar a la rebelión del campo. Morazán utilizó los recursos para apoyar a Los Altos y luego sustituyó a Valenzuela por Mariano Rivera Paz, allegado al Clan Aycinena, aunque no le retornó a éste los bienes confiscados en 1829; en venganza, Juan José de Aycinena y Piñol votó a favor de la disolución de la Federación Centroamericana en San Salvador un poco más tarde, obligando con ello a Morazán a regresar a El Salvador para luchar por su moribundo mandato federal. En el camino, Morazán incrementó la represión en el oriente guatemalteco, como escarmiento por haber ayudado a Carrera, a quien consideraba vencido.
Sabiendo que Morazán se había ido a El Salvador, Carrera intentó tomar Salamá con la pequeña fuerza que aún le quedaba, pero fue derrotado, perdiendo a su hermano Laureano en el combate. Con apenas unos cuantos hombres logró huir, mal herido, hacia Sanarate. Tras recuperarse a medias, atacó a un destacamento en Jutiapa y logró obtener un pequeño botín que le repartió a los voluntarios que lo acompañaban y se aprestó a atacar Petapa, cerca de la Ciudad de Guatemala, en donde triunfó, pero con considerables bajas.
En septiembre de ese año, Carrera intentó un asalto a la capital de Guatemala, pero el general liberal Carlos Salazar Castro lo derrotó en los campos de Villa Nueva, y Carrera tuvo que replegarse nuevamente al oriente del Estado. Tras varios intentos infructuosos de tomar la ciudad y Quetzaltenango, fue cercado y herido, tuvo que capitular ante el general mexicano Agustín Guzmán, quien radicaba en Quetzaltenango desde la llegada de Vicente Filísola en 1823. Morazán tuvo la oportunidad de fusilarlo, pero no pudo pues necesitaba del apoyo del campesinado guatemalteco para poder contrarrestar los ataques de Francisco Ferrera en El Salvador; en lugar de eso, lo nombraron como jefe militar de Mita, pero sin armas. En Mita, recibió un aviso de Francisco Ferrera para reunirse, a lo que accedió; sabiendo que Morazán iba a atacar El Salvador, decidieron que Carrera iba a atacar la Ciudad de Guatemala y para ellos Ferrera le dio mil armas y municiones.
Entre tanto, a pesar de las recomendaciones de su allegados de aplastar definitivamente las fuerzas de Carrera, Salazarb intentó negociar con éste por la vía diplomática. Incluso, para demostrar a Carrera que ni se le temía ni se le desconfiaba, retiró las fortificaciones que había en la capital guatemalteca desde la batalla de Villa Nueva.
Aprovechando la buena fe de Salazar y las armas de Ferrera, el 13 de abril de 1839 Carrera tomó por sorpresa la plaza de Guatemala; Salazar Castro, Barrundia y Mariano Gálvez huyeron antes de la llegada de Carrera; Salazar, en camisa de dormir, saltó por los tejados de las casas vecinas y buscó refugio. Después, como pudo, ganó la frontera disfrazado de campesino y huyó de Guatemala. Ya sin Salazar, Carrera restituyó a Mariano Rivera y Paz, como gobernador de Guatemala; Rivera Paz a su vez lo nombró general en jefe del Ejército aunque en realidad era Carrera quien tenía el mando absoluto.
Escudo del Estado de los Altos esculpido en piedra en la tumba de los héroes altenses en el Cementerio de Quetzaltenango.
En febrero de 1840, Carrera venció al general Agustín Guzmán y luego entró a Quetzaltenango, en donde impuso un régimen conservador duro y hostil para los altenses en represalia por haber intentado formar un estado liberal. Llamando a todos los miembros del cabildo les dijo tajantemente que se portaba bondadoso con ellos por ser la primera vez que lo desafiaban, pero que no tendría piedad si había una segunda vez. Finalmente, el general Guzmán, y el jefe del Estado de Los Altos, Marcelo Molina, fueron enviados a la capital de Guatemala, en donde fueron exhibidos como trofeos de guerra durante un destile triunfal el 17 de febrero de 1840; en el caso de Guzmán, engrilletado, con heridas aún sangrantes, y montado en una mula.
Intentó invadir a Guatemala por segunda ocasión en 1840 luego de haber invadido en 1829 y expulsado a los miembros del Clan Aycinena y las órdenes regulares. En 1840 fue vencido por Carrera de manera aplastante, marcando el fin de su carrera en Centroamérica.
El 18 de marzo de 1840, siendo Morazán jefe liberal de Estado de El Salvador, invadió a Guatemala con mil quinientos soldados para vengar el ultraje hecho a los vencidos en Los Altos y temiendo que esta acción fuera a terminar con los esfuerzos liberales de mantener unida a la Federación Centroamericana. En forma similar a su primera invasión en 1829, llegó hasta Barberena prácticamente sin ser molestado. Guatemala tenía un cordón de vigilantes desde la frontera con El Salvador; a falta de telégrafo, los hombres corrían llevando los mensajes de última hora. Con la información de estos mensajeros, Carrera urdió su plan de defensa dejando a su hermano Sotero a cargo de tropas que presentarían una leve resistencia en la ciudad.
Carrera fingió huir y llevó al improvisado ejército a las alturas de Aceituno ya que únicamente contaba con cerca de cuatrocientos hombres e igual número de cargas de fusilería, más dos cañones viejos. La ciudad quedó a merced del ejército de Morazán, con las campanas de sus veintidós templos tañendo por socorro divino. Una vez Morazán llegó a la capital, la tomó fácilmente y liberó a Guzmán, quien inmediatamente partió para Quetzaltenango para dar la noticia de que Carrera estaba derrotado;54 Carrera entonces, aprovechando que los enemigos se creían victoriosos, aplicó una estrategia de concentración de fuego en el Parque Central de la ciudad y la complementó con la táctica del ataque sorpresa con la cual provocó grandes bajas al ejército de Morazán para, finalmente, obligar a los sobrevivientes a luchar cuerpo a cuerpo.c55 Ya en tal escenario de combate, los soldados de Morazán perdieron la iniciativa del ataque y su superioridad numérica. Además, desconocían la ciudad en que peleaban y tuvieron que pelear y cargar sus muertos y atender a sus heridos cuando aún resentían el cansancio por la larga marcha desde El Salvador a Guatemala.
De tal suerte que Carrera, para entonces ya un experimentado militard supo plantar cara y batalla a Morazán hasta derrotarlo de manera fulminante, al grado que éste, ayudado por Ángel Molinae que conocía los callejones al oeste de la ciudad, tuvo que huir con sus predilectos disfrazado y gritando «¡Qué viva Carrera!» por el barranco del Incienso hacia El Salvador, para salvar la vida. En su ausencia, Morazán había sido relevado del cargo de Jefe de Estado de ese país, razón por la cual hubo de embarcar hacia el exilio en Perú.
En Guatemala, los salvadoreños sobrevivientes fueron fusilados sin piedad, mientras Carrera estaba fuera en persecución de Morazán, a quien no logró darle alcance. Este lance selló definitivamente el status del general Carrera y marcó el ocaso de Morazán.
Mientras tanto, Guzmán llegó a Quetzaltenango con la noticia de que Morazán había triunfado en la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción, y la élite criolla liberal de la ciudad declaró nuevamente vigente el Estado de Los Altos. Carrera, envió al militar salvadoreño Francisco Malespín a avisar a las comunidades k’iche’ y k’achi’kel que se prepararan nuevamente a combatir a los criollos quetzaltecos, y luego salió para Quetzaltenango decidido a escarmentar a los liberales altenses. Al conocer esta noticia, la mayoría de los miembros del cabildo salió huyendo y los pocos que quedaron quisieron retractarse y pedir perdón por haber tratado de formar el estado nuevamente. Pero mientras los indígenas de la región perseguían a los criollos que huyeron, Carrera apresó a los miembros del cabildo que se habían quedado y luego los mandó a fusilar -en el frontispicio del extinto Banco de Occidente- a pesar de que la población altense que murmuraba «¡Masacre! ¡Masacre!»f Como resultado, los criollos liberales quedaron debilitados y mermados, y los conservadores capitalinos atemorizados; pero las poblaciones indígenas de Quetzaltenango se dieron cuenta de que tenían un aliado fuerte en Carrera.
Cuando Carrera regresó a Guatemala a atender a su madre agonizante, los liberales de la capital salieron huyendo y el temor hizo presa de los conservadores del Clan Aycinena, pues estaba claro que, de haberlo querido, Carrera hubiera podido llevar a cabo la venganza indígena y aniquilar a todos los blancos. Lo único que evitó una nueva masacre fue el hecho de que Carrera necesitara del dinero del Clan Aycinena para pagarle a sus tropas.
Gobiernos liberales
Tras las Reforma Liberal de 1871, se iniciaron una serie de gobiernos liberales. En 1884, la editorial Appleton de Nueva York publicó en inglés una guía de México y Guatemala, en la cual se presentaron algunos grabados de Quetzaltenango:
En 1884, la editorial Appleton de Estados Unidos publicó una Guía para México y Guatemala en inglés, con información proporcionada por el licenciado Antonio Batres Jáuregui, por entonces embajador de Guatemala en Nueva York. Estas son las imágenes que se mostraron de Quetzaltenango.
Revolución Quetzalteca de 1897
En diciembre de 1896, Enecón Mora, de La Ilustración Guatemalteca describió como se vivía en Quetzaltenango. El comercio estaba muy desarrollado, y el lujo y la riqueza se iban acentuando entre los habitantes; el comercio al por menor estaba en manos de inmigrantes chinos y judíos, mientras que el alto comercio estaba representado por las casa de Ascoli, Meyer, Maegli, Stahl, Zadik y Vizcaíno, entre otras. Ya existían el Banco de Occidente, y agencia del banco de Guatemala, del Agrícola Hipotecario y del Internacional. Por otra parte, toda la ciudad y muchos edificios públicos y particulares estaban alumbrados con luz eléctrica y la población contaba con doscientos cincuenta teléfonos; ambos servicios eran eficientes y habían sido introducidos por la casa de Juan Aparicio.
Ya para 1896 existía la Facultad de Derecho y Notariado de Occidente, y para la secundaria y normal había dos institutos para alumnos de ambos sexos; además había una Escuela de Artes y Oficios y una escuela nocturna de artesanos. Finalmente, existían muchas escuelas primarias y elementales. El Hospital de San Juan de Dios era, después del de la Ciudad de Guatemala, el mejor de la República por su amplitud.
En 1897, debido a la crisis económica derivada del embellecimiento de la infraestructura y el fracaso de la Exposición Centroamericana, el presidente José María Reyna Barrios empezó a ahorrar en educación, cerrando las escuelas, y luego extendió su mandanto por otros cuatro años.
La prórroga forzada del gobierno de Reyna creó descontento entre la población guatemalteca, que se dio cuenta de que las intenciones del gobernante ya no eran únicamente el progreso del país. Se dieron protestas y el 7 de septiembre insurrectos liderados por el exministro Próspero Morales tomaron los cuarteles y las oficinas públicas de San Marcos y marcharon rumbo a Quetzaltenango con un ejército improvisado formado por trabajadores, comerciantes y profesionales. Los líderes del movimiento, Juan Aparicio, hijo (acaudalado filántropo), y Sinforoso Aguilar (alcalde primero de Quetzaltenango), fueron traicionados por un supuesto amigo y entregados a los militares leales a Reyna Barrios. El Presidente ordenó fusilarlos el 13 de septiembre sin previo juicio.
Participación del «Batallón Sijeño» en la Gesta Revolucionaria
El 11 de septiembre, los soldados revolucionarios del «Batallón Sijeño» procedentes del Valle De Écija, comandados por el Coronel Florencio De León de San Carlos Sija, llegan a San Mateo y piden al ejército serles leales al pueblo y unirse a la Revolución. Ese día las fuerzas revolucionarias llegan a la ciudad de Quetzaltenango y lo hacen por la entrada a la ciudad o sea la calle Rodolfo Robles, frente a la Cervecería, los revolucionarios dejan caballos que traían para atacar en puntos estratégicos a los leales al gobierno de José María Reina Barrios.
Otro grupo atacó desde el parque central a las fuerzas militares atrincheradas en La Pedrera y toman el antiguo edificio de rentas. El 13 de septiembre de ese año, el presidente Reina Barrios, ordenó fusilar a los ex alcaldes quetzaltecos, Sinforoso Aguilar y Juan Aparicio, por liderar esta revolución.
El 15 de septiembre las fuerzas revolucionarias proclaman su victoria sobre las fuerzas militares y las autoridades quetzaltecas desconocen al gobierno de presidente Reina Barrios. Posteriormente los revolucionarios tomaron Ocós, Colomba y Coatepeque, pero el 4 de octubre el ejército, al mando del general de división Calixto Mendizábal, retomó el control y dio fin a la revolución.
La sociedad quetzalteca suplicó al presidente que los condenados no fueran fusilado, a lo que Reyna Barrios finalmente accedió y pidió a su Ministro de Gobernación, Manuel Estrada Cabrera, que telegrafiara el mensaje. El Ministro -que también era quetzalteco y tenía una querella personal con Aparicio-, retrasó el envío del telegrama, el cual llegó a su destino después de la muerte de Aparicio. Aparentemente, Estrada Cabrera tenía un problema personal con Aparicio por no haber logrado apoderarse de la Empresa Eléctrica de Quetzaltenango, y aprovechó la circunstancia para eliminarlo. Al darse cuenta, Reina Barrios envía a Estrada Cabrera a Costa Rica a una comisión diplomática; al regresar de ese país, Estrada Cabrera fue removido como secretario de Gobernación.
Aparicio y Aguilar y cerca de dos centenares de los caídos en la batalla de Quetzaltenango, fueron sepultados en una fosa común en el cementerio de Quetzaltenango conocida desde entonces como el «Panteón de los Mártires».
En la ciudad de Quetzaltenango existen dos monumentos principales de la gesta de 1897: el Panteón de los Mártires en el Cementerio General de la ciudad, erigido en 1897, y el Arco del Sexto Estado y Víctimas de la Revolución de 1897. El arco fue inaugurado el 13 de septiembre del 2007 y está situado en la entrada principal de la ciudad de Quetzaltenango, cerca del monumento a la marimba. En las fachadas del monumento puede leerse: El Amor a la Libertad los hizo Héroes, el Odio a Los Tiranos los hizo Mártires. En la parte superior se colocó la estatua del «León»g elaborado a principios de 1900. El diseño del arco original de 1898 fue hecho por Alberto Porta y el diseño del actual monumento fue hecho por el arquitecto quetzalteco Roberto Henry Mull.
Terremoto de San Perfecto
El terremoto de San Perfecto ocurrió el 18 de abril de 1902 por la noche y tuvo una magnitud estimada de Mw 7,5 en el departamento de Quetzaltenango. El terremoto tuvo una duración de 1 hasta 2 minutos y fue precedido de varios sismos premonitores y seguido de muchas réplicas. Entre 800 y 900 fallecieron por el terremoto y hubo daños materiales importantes en la extensa zona afectada. Todas las iglesias en el oeste de Guatemala y el este de Chiapas sufrieron daños severos o fueron destruidas.
Tras la muerte de su madre en el terremoto, en compositor quetzalteco Mariano Valverde se inspiró para crear su melodía «Noche de Luna entre Ruinas». Por su parte, el ingeniero alemán Edwin Rockstroh, catedrático de ciencias y matemática en el entonces prestigioso Instituto Nacional Central para Varones de la ciudad de Guatemala escribió un artículo técnico sobre el terremoto en la revista Nature.
Erupción del volcán Santa María en 1902
Felipe Yurrita, propietario de la finca de café Ferrol ubicada en el departamento de San Marcos, construyó la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias en la Ciudad de Guatemala para cumplir con una promesa, porque él y sus trabajadores creían que fue la Virgen quien les salvó de la erupción. Cuando se estaban acabando los alimentos Yurrita «decidió improvisar un pequeño altar sobre unos sacos de café y puso sobre él un cuadrito de la Virgen de las Angustias que él siempre llevaba consigo». Frente al altar dispusieron rezar el rosario y, en el momento de la letanía, la caída de ceniza cesó. Luego se produjo una serie de fuertes lluvias que provocaron correntadas que libraron los árboles de café. De tal manera que ese año se alcanzó la mejor cosecha».
1902 fue un año trágico para Quetzaltenango: recién se estaba recuperando del terremoto de abril, cuando el 24 de octubre de ese mismo año hizo erupción el volcán Santa María. El volcán había estado inactivo desde la conquista española en 1524 y con su cono casi perfecto de 3768 metros de altura, era un marco escénico para la ciudad quetzalteca. La erupción fue aún más devastadora que el terremoto, ya que también provocó cuantiosos daños en las fincas y aldeas aledañas y hay recuentos que la arena y ceniza alcanzaron la región de Chiapas, en México. Se calcula que la catástrofe provocó cinco mil muertes y miles de pesos en pérdidas agrícolas y materiales.
La erupción del volcán lanzó una columna de material que alcanzó 28 kilómetros de altura y formó una nube obscura que cubrió la luz del sol durante varios días. La erupción tardó 36 horas y formó un gran cráter en el franco suroccidental de la montaña, lo que formó el volcán Santiaguito.
En medio de la conmoción, la Jefatura Política y la Corporación Municipal se encargaron de organizar los recursos inmediatos de que disponían para socorrer a las víctimas, organizar la ayuda proveniente de los vecinos que la podían proporcionar y gestionarla al gobierno de la capital. En la ciudad de Guatemala el Presidente Estrada Cabrera y su gabinete estaban ocupados en la organización de los festejos de Minerva. Su respuesta ante la catástrofe fue disminuirla y en el peor del caso, tratar de silenciarla evitando que los medios de prensa divulgaran las dimensiones de la catástrofe en la región occidental del país.
En Estados Unidos, los primeros informes detallados de la erupción aparecieron hasta el 13 de noviembre de 1902, cuando tanto el San Francisco Call como el San Francisco Chronicle presentaron relatos de damnificados que habían llegado de Guatemala en barcazas.
La respuesta oficial del gobierno central ante las autoridades quezaltecas fue de declarar no disponibilidad de fondos públicos, ya que recientemente se habían empleado en la ayuda para esa misma ciudad, para los damnificados por los terremotos del mes de abril, por lo cual era imposible atender a la petición. En tales circunstancias, el alcalde de la ciudad, en sesión extraordinaria informó a todos los miembros del consejo que a raíz de la erupción los pastos y siembras de la «la zona de occidente de la República» se arruinaron, por lo que entonces era de esperarse escasez de granos básicos, afectando tal situación especialmente a las personas de escasos recursos. Por tal razón, la corporación municipal decidió que doscientos pesos se invirtieran en la compra de alimentos para ser repartidos entre los más necesitados. Asimismo, el ganado de las haciendas estaba pereciendo. Empezaron a reportarse pérdidas, no solo por la desaparición de los rebaños sino también por la falta de ganado para abastecimiento de las carnicerías de la ciudad. Ante la escasez de alimentos en la región, el consejo municipal tomó la decisión de solicitar al gobierno central –la cual fue aprobada– la autorización para importar libre de gravamen dos mil quintales de harina hasta llegar a completar diez mil, durante los meses siguientes.
El concejal de abastos de la municipalidad quedó encargado de administrar la ayuda para los damnificados proveniente no solo de los vecinos de Quetzaltenango sino de toda la que se esperaba llegase de la capital y otros departamentos. El suministro de agua potable fue otro de los problemas inmediatos; el fontanero de la ciudad practicó desde el día siguiente a la erupción una inspección del acueducto que surtía a la ciudad, no reportando daños al mismo, pero ante las quejas de los vecinos por la falta del vital líquido, las revisiones posteriores indicaron que las cañerías se encontraban obstruidas por la gran cantidad de ceniza y arena que había arrojado el volcán.
La población fue afectada en distancias formas: para los indígenas fue verdaderamente catastrófica, no solamente porque perderon parientes y amigos, sus casas y cosechas, sino además fueron obligados a trabajar en las labores de reconstrucción. Por su parte, los terratenientes vieron la oportunidad de resarcirse de los daños obteniendo otras tierras y así lo solicitaron al presidente Estrada Cabrera, quien les dio terrenos en San Miguel Uspantán en el Quiché y en Panam en Suchitepéquez y Sololá, las que hasta entonces habían sido tierras comunitarias de los indígenas de la región.
Reconstrucción de la Ciudad
Posteriormente, se inició la construcción de la metrópoli de Quetzaltenango, construyéndose el área del parque central con edificios de estilo neoclásico; así se construyeron el Edificio Rivera, el Pasaje Enríquez, el Banco de Occidente, que fue el primer banco privado que funcionaba en esta ciudad y la Casa de la Cultura, entre otros.i A la vez se construyó el primer ferrocarril eléctrico que viajaba hacia la Costa Sur y se unía a los ferrocarriles nacionales. Su sede estaba en lo que fue la Brigada Militar. Actualmente centro intercultural de la ciudad.
Segunda mitad del siglo XX
De 1950 a 1964 se establecieron más fábricas industriales, junto con las fábricas Cantel y Capuano, que ya existían. El establecimiento de la Cervecería Nacional y la Embotelladora Nacional contribuyeron a formar la estructura económica que fue dibujando lo que más tarde sería la metrópoli de Occidente y la segunda ciudad del país.
En la década de 2010 Quetzaltenango se constituye en un lugar estratégico para el comercio, los servicios y la educación, así como para la industria textil y licorera a nivel nacional. Otro sector que ha tenido un repunte interesante en la ciudad es el sector de la construcción, ya que ha proliferado la industria de servicios para la construcción, debido al incremento de centros comerciales, colonias y condominios. Muchas de las empresas establecidas en la capital del país han puesto sus ojos en la ciudad de Quetzaltenango como centro de inversión, por lo que la economía de la ciudad está creciendo rápidamente.
Al ritmo de dos nuevas urbanizaciones por mes, y con nueve universidades, los pronósticos de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) indican que en el 2032 tendrá más de 2 millones 300 mil habitantes.
Siglo XXI: Mancomunidad Metrópoli de Los Altos
Esta entidad se formó en el siglo XXI, cuenta con una extensión territorial de 871.06 km² y está compuesta por una población total de 364,258 habitantes. La Mancomunidad está conformada por los municipios de San Andrés Xecul y Totonicapán en el departamento de Totonicapán y por los municipios de San Carlos Sija, Sibilia (Quetzaltenango), La Esperanza, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, Zunil y Salcajá en el departamento de Quetzaltenango, los cuales se adhirieron a la entidad voluntariamente. Los municipios son representados a través de sus Consejos Municipales y «promueve el desarrollo local, integral y sostenible de los municipios integrantes mediante la formulación de políticas públicas municipales, planes, programas y proyectos, la ejecución de obras y la prestación eficiente de los servicios de su competencia, en forma individual y conjunta».
Economía
Quetzaltenango es la segunda ciudad más importante de Guatemala, porque es un municipio con gran concentración de comercio artesanal e industrial y de servicios.
Los aspectos comerciales, de servicios, educativos (a nivel primario, secundario y universitario), sociales, de instancias políticas, gubernativas y culturales, entre otras, atraen a muchas personas de lugares cercanos y otros departamentos, por lo que Quetzaltenango se convierte en una ciudad que concentra el comercio y los servicios en el occidente del país.
La ciudad tiene además una gran variedad de restaurantes, centros comerciales, plazas, avenidas, hoteles y tiendas que se centran principalmente en las zonas 1, 3 y 9. Cuenta con una población económicamente activa según datos del censo realizado por el INE (2,002), proyectado para el año 2009 asciende a un total de 54,512 personas (que representa al 37.43% del total de la población), de las cuales 35,367 son hombres y 19,145 son mujeres.
Dentro de sus cultivos destacan: café, maíz, manzana, brócoli, lechuga, palma africana, ajonjolí, arroz y hule. Es una zona ganadera, industrial, de gran actividad comercial y de servicios.
El departamento se caracteriza por tener atractivos turísticos como: el Cerro del Baúl (reserva natural), el Cerro Siete Orejas, Cerro Quemado, los baños de Almolonga Cirilo Flores, las Delicias, las Fuentes Georginas (aguas termales), la Laguna de Chicabal y otras, que ofrecen turismo ecológico y de aventura, lo que ha determinado que el número de turistas haya aumentado en los últimos años.
El turismo es importante para Quetzaltenango ya que es en la ciudad desde donde salen las excursiones a los diferentes destinos que ofrece el departamento, existen empresas que se dedican a ofrecer paquetes de viaje y guías turísticos, convirtiendo a la ciudad en un importante punto de visita para los turistas.
Quetzaltenango organiza una feria anual esta lleva el nombre de Feria Centroamericana de Independencia, se realiza del 12 al 18 de septiembre en honor a la independencia nacional. En dicha feria se pueden encontrar juegos mecánicos, venta de comida tradicional guatemalteca e internacional y comercios de diferente categoría, se llevan a cabo certámenes de belleza, conciertos en diferentes lugares de la ciudad, fiestas sociales y desfiles que resaltan la importancia del evento, siendo el día más importante el 15 de septiembre, en el que se conmemora la independencia de Guatemala, además de una serie de diferentes actividades cívicas a lo largo del mes. En tales fechas se celebra un certamen artístico donde se premian a literatos a nivel nacional.
El 7 de octubre de cada año, se celebra con gran fervor religioso, el día de la Virgen del Rosario, Patrona del Municipio, que incluye celebraciones a lo largo de todo el mes, siendo una fecha muy especial para los habitantes que profesan la fe católica del municipio.
Quetzaltenango es catalogada como la cuna de la cultura en el occidente de Guatemala, en la ciudad han nacido importantes artistas, músicos, pintores y deportistas destacados nacional e internacionalmente.
Equipo de Fútbol «Xelajú Mario Camposeco»
El Club Social y Deportvo «Xelajú Mario Camposeco» es el club de fútbol más importante de Guatemala a nivel departamental. El equipo, que fue nombrado en honor al extinto futbolista Mario Camposeco, quien falleciera tágicamente en un accidente en avión en la década de 1960, es el tercer equipo grande de Guatemala, únicamente detrás de los equipos de la Ciudad de Guatemala Municipal y Comunicaciones. Es el único equipo de Liga Mayor de Fútbol de la ciudad de Quetzaltenango después que el Balbolan y el Rosario FC desaparecieran.
Su afición resalta como una de las más importantes tanto a nivel guatemalteco como centroamericano. En su devenir histórico han existido varias barras como por ejemplo La Barra del Tigre, La Ultra Chivos, La Barra Extranjera, pero una de las más importantes fue la de La Bulla formada en el año 2000, la cual revoluciono el apoyo al Equipo e introdujo muchos cambios radicales para alentar al Club, la cual aunexiste pero muchos de sus miembros salieron de la misma y ahora su número es reducido. Otra de las barras más iconicas que apoyan a los Superchivos es La Curva, su nombre es por queesta ubicada en la curva de la general Norte, tuvo su mayor auge durante el campeonato obtenido en la temporada1997-1998. En la actualidad la barra más grande es La Barra del Sexto Estado y/oLa Gloriosa 63, la cual se ubica en la general sur, a la cual se le atribuye haber hecho el primer Tifo en centro América cuando se celebraron los 75 años del Club en el año 2017.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Quetzaltenango