La cebada es una planta perteneciente al género Hordeum, de la familias de las gramináceas. Es uno de los cereales más importantes.
Según la  clasificación de Grillot todas las cebadas cultivadas pertenecen a la especie  Hordeum Sativum Jessen. Esta especie se divide en tres grupos: el grupo  polystichum comprende la subespecie H.sativum vulgare (cebadas hexásticas y  tetrásticas) en la cual son fértiles las seis filas de espiguillas que componen  cada espiga y se desarrollan por igual , y la subespecie H. Sativum intermedium,  en la que las filas laterales se hallan menos desarrolladas que las  centrales.
Las cebadas cultivadas incluyen formas vestidas y desnudas, según  que las glumelas queden o no adheridas a la cariópside tras la maduración.  
En la argentina se cultivan dos tipos de cebadas:
· Cebada Forrajera
·  Cebada para maltería.
En el caso de la primera, esta se cultiva para ser  utilizada como alimento del ganado vacuno. Se la usa como pasto en plena  evolución del cultivo, ya sea echando los animales en los terrenos con los  plantíos, como elaborando los rollos o fardos con su pasto.
En el caso de la  segunda, es la cebada que se cultiva para ser entregada en las fábricas de malta  para la elaboración de la cerveza. Esta semilla tiene características de calidad  diferentes, según los estándares solicitados por las industrias. 
La gran  mayoría de la cebada para industrias se siembra y cosecha en el sudeste y  sudoeste de la provincia de Buenos Aires, siendo el epicentro la localidad de  Tres arroyos. 
Los usos y costumbres de los últimos años hace que las propias  malterías le entreguen la semilla a los productores, para que estos la siembren  y luego de la safra se la entreguen a las industrias que le dieron la semilla.  De esta forma las fábricas se garantizan el volumen a comercializar y la calidad  de la semilla a recibir. En tanto los productores se garantizan sembrar semillas  de buena calidad o al menos de la calidad que las industrias solicitan, y  también se aseguran que van a tener compradores para su producción, porque  cuando las industrias entregan la semilla a los productores, se firma un acuerdo  entre ambos donde queda en manifiesto el compromiso de entrega y compra del  cereal.
La cebada cotiza a niveles similares que el trigo duro. Algunos años  los valores fluctúan, donde la cebada vale el 90% del valor del trigo duro  cotizado en los puertos de Bahía Blanca y Necochea – sur bonaerense-.

