Dulce de Membrillo

Aunque la industria alimentaria nos ofrece la posibilidad de obtener este exquisito dulce en cualquier momento del año, no tiene comparación con el que se elabora de forma tradicional con los membrillos de temporada.

El membrillo es una fruta de otoño que tiene un sabor ácido y que puede emplearse para perfumar las habitaciones por el suave aroma que desprende. Normalmente se consume cocido o en forma de jaleas o dulces, ya que crudo no resulta muy agradable. Por su contenido en taninos puede tomarse como remedio en caso de diarrea. La elevada cantidad de azúcar necesaria para elaborar esta receta hace que no se aconseje su consumo en caso de diabetes. El dulce de membrillo puede formar parte de un buen desayuno o merienda si se extiende sobre unas tostadas y todavía resulta más apetitoso en compañía de queso y nueces.

Ingredientes:
· 1 docena de membrillos
· azúcar, cantidad indicada en la preparación

Preparación
Partir los membrillos por mitades longitudinalmente. Hacerlos hervir con sus cáscaras. Cuando estén blandos, retirarles, dejarlos enfriar, pelarlos y sacarles las semillas. Si se quiere preparar, aparte, una jalea, reservar cáscaras y semillas y el agua en que se cocinó la fruta. Pesar los membrillos cocidos y mezclarlos con ¾ kg de azúcar por cada uno de fruta.
Hacer hervir revolviendo continuamente hasta que espese y se desprenda del fondo de la cacerola.
Retirar del fuego y envasar en recipientes de loza o latas mojadas. El agua es para que el dulce quede brillante.