Humor mayor

Estaba un anciano sentado tranquilamente en un parque, cuando de repente se le sienta a lado un chaval con todos los pelos de punta, teñidos de azul, rojo y verde chillón. El viejo se queda mirándolo fijo, hasta que el chaval (un tanto exaltado) le dice:
– Qué pasa viejo? Nunca hiciste nada loco en tu vida???
Y el viejo le contesta:
– Si. Una vez me emborraché, y me follé un loro… y justamente me estaba preguntando si no serías mi hijo…


Dos mujeres mayores estaban un mediodía almorzando en un restaurante.
Una de ellas observa algo gracioso en la oreja de la otra y le dice:
-“Tota, ¿Sabes que tenés un supositorio en tu oreja izquierda?”
Tota sorprendida pregunta:
“¿Tengo un supositorio en mi oreja?” Ella lo retira y lo mira con asombro. Entonces dice:
-“Chola, estoy muy contenta que viste
esto… ahora ya se donde esta mi audífono!”


Un servicio funerario está teniendo efecto por una mujer que acaba de fallecer.
Al finalizar el servicio, los portadores del féretro lo están llevando afuera cuando accidentalmente lo chocan contra una pared sacudiéndolo.
Todos escuchan un débil gemido. Abren el féretro y encuentran con sorpresa que la mujer… ¡está viva!
Ella vive por 10 años más y entonces fallece.
Otra vez, se realiza una ceremonia y al finalizar la misma llevan el ataúd afuera del recinto.
En el momento que están pasando por la puerta, el marido grita fuerte:
“¡Cuidado con la pared!”


Una pareja de ancianos que cumplían 65 años de matrimonio, deciden ir a un restaurante para celebrar este evento.
Ya cuando están en el restaurante son atendidos por un mozo a quien cuentan el motivo de su celebración.
El mozo los ubica en un lugar romántico para que disfrutaran de la cena.
El viejito, le dice a ella:
Mi reina ¿Dónde quieres sentarte?
-Aquí dice la anciana
Luego el anciano le dice:
-Mi princesa ¿Quieres un aperitivo para comenzar?
La anciana responde:
-Me gustaría un vinito.
El anciano pregunta:
-Mi ángel ¿Qué te gustaría servirte en la comida?
Ella pide la carta y hace su pedido.
El mozo no podía creer lo que oía.
Durante la comida el anciano vuelve a preguntar:
-Mi ángel ¿qué vino quieres para acompañar tu cena?
Pero ahí la anciana le dice, primero iré al baño, necesito ir urgente.
El le responde:
-Ve mi vida yo aquí te espero.
La anciana se va y el mozo sorprendido le pregunta al anciano.
-¿Cómo después de tanto tiempo llama Usted. a su Señora con esa
palabras tan lindas: mi reina, mi ángel ,mi princesa,? Usted. me tiene admirado.
El anciano lo mira y responde:
ES QUE NO ME ACUERDO COMO SE LLAMA ….


Cuando fui a almorzar hoy, observé esta señora como de unos 75 a 80 años, sentada en un banco del parque y llorando desconsoladamente.
Me le acerqué y le pregunté qué le pasaba. Entre lágrimas me contestó:
– En casa tengo un marido de 22 años. Me hace el amor todas las mañanas. Se levanta y me hace un desayuno con panqueques, huevos revueltos, fruta fresca y café recién molido.
– Bueno.. ¿Y entonces por qué está llorando?
Me sigue comentando ella:
– Me hace sopa para el almuerzo, y mis galletas favoritas. Después me hace el amor a media tarde…
Extrañado, le insisto:
– Eso está muy bien, ¿pero por qué está llorando?
Volvió ella a la carga:
– Y para la cena me hace comidas gourmet, con vino y todo, y encima mi postre favorito. Y cuando terminamos de comer, me hace el amor hasta la madrugada. ¡Todas las noches!
– ¿Pero qué tiene eso de malo, señora, por qué eso la hace llorar?
Y la señora, en llanto incontenible, me dice:
– ¡ES QUE NO ME ACUERDO DONDE VIVO!