La tercera va la vencida

El dicho popular «A la tercera va la vencida» se usa para persuadir a alguien de seguir adelante y volver a intentar, tras fallar en varios esfuerzos, sea que ese alguien se trate de uno mismo o de una tercera persona.

En tal sentido, es un refrán relacionado con los valores del esfuerzo, la constancia y la perseverancia.
Aparentemente, este dicho proviene de las pruebas de las luchas o las justas en tiempos antiguos, que tenían por norma dar por vencida la contienda tras el tercer derribo del contrincante.
Otras fuentes señalan que provienen de la formación romana, que disponía a los soldados más valerosos en la tercera fila para dar las estocadas finales (ad triarios ventumest). Sin embargo, esta tesis no ha sido debidamente probada, y la mayoría de las opiniones expertas abogan por situar su origen en las justas medievales.
El uso del refrán «A la tercera va la vencida» es muy común en la actualidad. La mayoría de las veces se emplea en relación con un evento o asunto de relativa importancia que no ha corrido bien al primer intento.
Sin embargo, con frecuencia se emplea de manera jocosa, cuando una persona, por entretenimiento, se reta a sí misma o reta a alguien más a realizar una acción, pero falla reiteradamente.
En casos como estos, el refrán se utiliza como una estrategia retórica para ganar tiempo, es decir, para obtener una nueva oportunidad de alcanzar lo acordado, antes de dar por perdido el reto en cuestión.
Algunas variantes conocidas de este refrán pueden ser: «A la tercera va la vencida, que es buena y verdadera» o también la forma «A la tercera, que Dios me la prometa».
Fuente: https://www.significados.com/a-la-tercera-va-a-vencida/