¿Cuándo tengo que acudir al Psicólogo?

Veamos cuáles son las situaciones en las que es importante acudir a la consulta del psicólogo.

Muchas de las personas que no están habituadas a la terapia psicológica tienen una perspectiva bastante sesgada de las tareas que realizan los profesionales de la salud mental. A veces, este desconocimiento se debe al tipo de educación recibida; durante muchos años, se consideraba que solo las personas con problemas psíquicos muy graves acudían a este tipo de profesionales.
Sin embargo, la psicología abarca multitud de ámbitos, y no siempre está directamente relacionada con trastornos psicológicos serios. Es posible que tu terapeuta pueda ayudarte con algunos temas que, a priori, no te habías planteado que se pudieran solucionar a través de una terapia psicológica, como el afrontamiento a ciertos cambios en nuestra vida, la gestión adecuada de nuestras emociones o poner límites sanos en una relación.
En este artículo veremos las principales situaciones en las que te será de gran ayuda acudir a un profesional.
Situaciones en las que te ayudará acudir al psicólogo
Los profesionales de la psicología están especializados en diversos campos, y no todos están destinados a tratar trastornos. Un terapeuta puede ayudarte en casos que no están considerados una psicopatía, como por ejemplo una temporada de estrés por trabajo o en una relación afectiva que no va como debiera. Si crees que necesitas ayuda, lo ideal es acudir a una primera sesión general y que sea el terapeuta el que considere si debe derivarte a un profesional especializado. En todo caso, no dudes en pedir ayuda terapéutica en los casos que te mostramos a continuación.

  1. Muestras síntomas de algún trastorno
    Obviamente, esta es la primera señal de alarma que debe moverte para buscar ayuda profesional. Si crees que tus síntomas pueden estar relacionados con un trastorno psicológico concreto (Trastorno Obsesivo-Compulsivo, trastorno límite de la personalidad, depresión, anorexia, fobias, etc.), es necesario que acudas cuanto antes a terapia. El profesional estudiará tu situación y decidirá qué tratamiento es necesario seguir.
    La clave para conocer si tus síntomas pueden estar ligados a un trastorno es valorar cómo influyen en tu día a día y si deterioran considerablemente tu calidad de vida y tus relaciones, así como cuánto se prolonga este malestar en el tiempo.
    También es importante acudir a terapia ante la presencia de trastornos psicosomáticos y deterioros físicos. En este último caso, puede existir una causa psíquica además de física.
  2. Tienes problemas en tu relación de pareja o con la familia
    Los problemas en las relaciones suelen generar un altísimo nivel de malestar que, en ocasiones, interfiere en nuestra calidad de vida, puesto que el entorno afectivo en el que nos movemos no nos resulta agradable ni nutritivo. También en esto puede ayudarte tu psicoterapeuta.
    En los conflictos de pareja, la persona más indicada es un profesional especializado en las relaciones de pareja, que os ayudará a entender de dónde viene el problema y cuáles son las áreas de mejora y las posibles soluciones. En esta terapia es imprescindible que los dos miembros de la pareja estén de acuerdo en ir al psicólogo, y que acudan juntos (a no ser que el profesional acuerde ciertas sesiones individuales).
    A menudo, la gente piensa en la pareja como foco de posibles problemas y conflictos y se olvidan por completo que en la familia también pueden darse situaciones que alteren nuestro estado emocional. La terapia familiar puede resultar muy útil en este sentido.
  3. Sientes que no eres capaz de gestionar ciertas habilidades o emociones
    La terapia psicológica se ha demostrado altamente efectiva a la hora de gestionar nuestras habilidades sociales. Por ejemplo, no saber decir que no resulta un enorme problema, ya que nos impide establecer unos límites necesarios y sanos entre nosotros y los demás. En este caso y en muchos otros en los que tus limitaciones pueden jugarte una mala pasada (y, lo que es peor, generarte ansiedad y tensión) es muy útil acudir a un profesional para que te oriente y te ayude a desarrollar y gestionar tus habilidades.
    Por otro lado, el psicólogo te ayudará también a la hora de potenciar la coherencia y el bienestar contigo mismo, a través de un proceso de autoconocimiento y potenciamiento de las rutinas que te resultan beneficiosas.
  4. Estás atravesando un bache emocional
    El motivo que nos lleva a consulta no tiene por qué ser un malestar sostenido en el tiempo. Puede ser un hecho concreto, como un fallecimiento, un despido laboral o una enfermedad. En estas situaciones, el psicólogo te ayudará a gestionar los sentimientos negativos que el hecho pueda causarte (tristeza, frustración, miedo…), con el objetivo de que crezcas emocionalmente y consigas llevar la situación de la mejor manera posible.
  5. Quieres prepararte emocional y psicológicamente para un proyecto
    Los cambios o los proyectos, tanto laborales como vitales, pueden ser una poderosa fuente de estrés si no se gestionan adecuadamente. Por ello, acude al psicólogo si necesitas prepararte emocionalmente para algo importante, como una competición, unos exámenes cruciales para tu carrera, un cambio de trabajo, etc.
    Fuente: https://psicologiaymente.com/clinica/cuando-acudir-psicologo