Voy a ser madre y tengo un perro. ¿Cómo hago para que mi perro acepte a mi bebé?

Suele ser una pregunta muy habitual: ¿Qué podemos hacer cuando tenemos un perro y va a llegar un bebé a casa?

Hace unos años que venimos escuchando el término de familia multiespecie. Este concepto se refiere a una familia diversa, que incluye no solo a los humanos que la conforman, sino también a sus mascotas.
La nueva definición de mascota: uno más en la familia
Los animales de compañía dejaron de ser considerados “cosas” para ser considerados seres dotados de sentimiento. Este hecho reconoció su valor como miembros de la familia y amplió sus derechos. Por ejemplo, apareció el concepto de custodia compartida para mascotas, algo que hasta entonces sólo se contemplaba en el caso de los niños.
Durante los años que vive un perro, aparecen cambios en nuestra vida
La esperanza de vida de los perros y gatos hoy en día, ha aumentado gracias a los cuidados veterinarios y la buena nutrición que les proveemos.
En un tiempo medio de vida de un perro, que oscila entre los 10-17 años, puede pasar de todo. Cambios de casa o mudanzas, nuevas relaciones, compromisos y también aumento de la familia.

¿Cómo le afecta a un perro la llegada de un bebé?
Aumento del estrés
• Por contagio emocional de nuestros propios nervios: Cuando un bebé está en camino, empezamos una cuenta atrás para preparar su llegada de la mejor manera posible. Este periodo de nervios, es fácilmente absorbido por nuestro perro, que no solo nos observa y escucha sino que también huele nuestro estado de estrés.
• Por la aparición de nuevos elementos: Un montón de elementos nuevos para el perro, como su cuna, carrito, cambiador, pañales, etc. llegan a casa. Nuestro perro ve invadido su espacio con elementos a los que no están acostumbrados. No solo visualmente, sino también olfativamente. Algunos perros podrían marcar con orina la presencia de los nuevos olores y objetos.
• Por un descuido de sus necesidades, horarios y cambios de rutina: La falta de tiempo durante la época del embarazo o en los días de parto, puede hacer que descuidemos los horarios y rutinas de nuestro perro, de manera que se mantenga alterado y lleno de estrés.

Aparecen los celos
Que los perros sienten emociones similares a las nuestras, es algo que conocemos.
Entre estas emociones, los perros pueden sentir celos, y los celos pueden derivar en problemas de conducta y dificultades en la convivencia.
• Marcaje para llamar la atención: tu perro podría empezar a orinar en casa cuando antes no lo hacía. Esto podría ser debido al cambio, como hemos mencionado al hablar del estrés, pero también una conducta generada para llamar tu atención.
• Cambios de conducta: los cambios de conducta por celos, pueden ser muy variados. Desde que tu perro se acerque a ti, se ponga en medio cuando interactúas con el bebe constantemente, o por el contrario se aparte de vosotros. También podrían aparecer conductas destructivas, ansiosas o incluso agresivas.

¿Qué hacer cuando llega un bebé a casa y hay un perro?
No descuidar el perro
Debes asegurar que tu perro mantiene sus rutinas. Especialmente en lo que se refiere a paseos y alimentación.
Tanto si estás ocupada preparando la llegada del bebe, como cuando estás ausente en el hospital.
Acostumbrarse a los cambios previamente
Dedica tiempo para que tu perro se habitúe a los nuevos accesorios del bebé. Carrito de paseo, muebles y otros accesorios.
Los ruidos de niños llorando y balbuceos también son un punto a trabajar. Puedes encontrar audios de niños llorando en internet, y usarlos como banda sonora mientras tu perro come con tiempo suficiente antes de la llegada del verdadero “saquito de ruidos”.
Crear una asociación positiva con la presencia del bebé
Es importante que conozcas a tu perro para individualizar en el momento de la presentación con él bebé.
A modo general trata de ser natural, estar tranquila y mostrarte inclusiva con tu perro cuando le presentas al nuevo miembro de la familia. Algo importante, es no regañar nunca al perro en presencia del bebé. Sea por el motivo que sea.
Los perros son extremadamente hábiles haciendo asociaciones y regañarle con el bebé presente podría terminar con una asociación negativa entre nuestro enfado y la presencia del pequeño.
Entender que todo cambia según crece el bebé
Es importante ser conscientes de que a ojos de un perro, no es lo mismo un bebé recién nacido que solo hace ruidos, come y llora, que un niño de dos años que lo persigue y tira cosas. Los niños pasan por diferentes etapas en su desarrollo, que suponen nuevos retos para la convivencia con el perro. Para evitar problemas, debemos considerar por ejemplo:
• Educar al niño: Tan importante como educar al perro. Los niños tienden a explorar los objetos que hay alrededor, y tu perro podría ser para él uno más. Dedica tiempo a mostrarle los límites que no debe pasar en su relación con el perro, como invadir su espacio, molestarle mientras descansa o tocarle mientras come. Enséñale a respetarlo y jugar con él de forma adecuada. Estas acciones fomentarán el buen entendimiento entre ambos y la convivencia tranquila.
• No descuidar nunca la supervisión: Bajo ningún concepto dejes a un perro y un niño sin supervisión. Aunque todo parezca estar yendo maravillosamente entre ambos, basta que apartes la vista un segundo para que se lie.
Fuente: muyinteresante.es