¿Tienen los perros cáncer de próstata?

La próstata del perro es un órgano bilobulado, de posición caudal a la vejiga, con altas probabilidades de padecer patologías de diverso grado.

La función de la próstata es la producción del líquido prostático para el transporte, y como medio de sostén, de los espermatozoides en su viaje desde los testículos hasta el aparato genital de la hembra.
Problemas
Como podemos imaginar, los síntomas asociados a las alteraciones prostáticas varían según el problema y la intensidad de este; cualquiera de las alteraciones más habituales, salvo la prostatitis aguda, pueden cursar sin el menor síntoma apreciable a ojos del humano.
En la mayoría de los casos, los problemas prostáticos conducen a dificultad al defecar (tenesmo rectal) y/o dificultad al orinar (disuria).
Un signo que evidencia claramente un problema prostático es la secreción uretral, lo que se conoce como Uretrorrea o Medorrea; el contenido suele estar integrado por secreciones prostáticas, sangre, exudados de pus…
En las enfermedades prostáticas también podemos apreciar síntomas sistémicos, entre los más habituales tenemos la fiebre, la depresión, el dolor abdominal, dificultades locomotoras en el tercio posterior…
En los quistes prostáticos de gran tamaño también se puede observar aumento del tamaño del abdomen.
Diagnóstico
Ya tenemos datos para sospechar de la presencia de un problema prostático, ahora debemos confirmar o descartar la sospecha; para ello, y como siempre, acudiremos al veterinario para que mediante las técnicas diagnósticas oportunas valore el estado real de la glándula sexual accesoria de nuestro perro.
Entre las actuaciones más habituales del profesional ante este tipo de alteraciones están las siguientes:
• Anamnesis (“Interrogatorio”): en demasiadas ocasiones muchos propietarios se sorprenden del gran número de preguntas que los veterinarios realizan… no es que estos profesionales sanitarios sean más o menos cotillas… ¡¡ni mucho menos!!; la realidad, es que la anamnesis o “interrogatorio” debe ser la primera parte de cualquier valoración, la base fundamental de cualquier historia clínica.

• Examen físico: una vez consultado el propietario, el profesional intentará obtener el mayor número de datos tras la exploración física del animal.
El veterinario, en el caso de la próstata, realizará una palpación abdominal y rectal; con ello podrá apreciar la existencia o no de dolor en la zona, posibles inflamaciones y mediante la palpación rectal, el tamaño, colocación y posible dolor de la glándula.
• Analíticas: se deben realizar análisis de orina y de sangre. En el análisis de orina confirmaremos o descartaremos la existencia de infección; con el hemograma completo y con el perfil bioquímico valoraremos la posible alteración de otros órganos.
Entre los análisis a realizar también se puede valorar el líquido prostático, la secreción uretral, así como el semen del animal.
• Radiografía: mediante el estudio radiológico podemos observar el tamaño, la posición y el contorno o forma de la próstata.
• Ecografía: con la ecografía, aparte del tamaño, la posición y el contorno, también podremos apreciar la consistencia glandular. Es uno de los mejores medios diagnósticos para confirmar y diferenciar las patologías existentes.
• Biopsia prostática: en el caso de sospecha de ciertas patologías (tumores) puede recomendarse la realización de una biopsia para confirmar y clasificar el problema.

Problemas prostáticos
En muchas ocasiones se recomienda la castración como un eficaz método de control de las patologías prostáticas… ello se justifica porque la castración anula la acción de la testosterona sobre la próstata, lo que produce una disminución de hasta un 20% del tamaño glandular de un adulto normal y la posibilidad de aparición de ciertas patologías.
Las patologías prostáticas son más frecuentes en los animales de cierta edad y afectan más a los animales de gran tamaño; entre las patologías más frecuentes tenemos las siguientes:
• Hiperplasia benigna: este problema es debido al envejecimiento del animal, es una modificación glandular debida exclusivamente al normal paso de los años.
La mayoría de los animales con este problema no evidencian signos clínicos; en ciertos casos aparecen dificultades al defecar por el aumento de tamaño glandular; son raras las ocasiones en las que se aprecia secreción uretral.
En este problema solo se aplica tratamiento si existen síntomas.
• Prostatitis: las inflamaciones más habituales de la próstata suelen ser debidas a infecciones bacterianas (agudas o crónicas). La próstata suele estar predispuesta a sufrir infecciones debido a patologías del aparato urinario como urolitiasis, infecciones urinarias… El agente infeccioso más habitual es E.coli.
La infección prostática suele producir síntomas sistémicos como anorexia, decaimiento, vómitos, dificultad al caminar, secreción uretral…
La orina suele contener sangre, la micción suele ser dolorosa…
El diagnóstico se realiza mediante el análisis de orina (con cultivo) y sangre, y diagnósticos por imagen (radiología, ecografía…)

• Abscesos prostáticos: los abscesos prostáticos son una forma grave de la prostatitis bacteriana en la que se forman abscesos (“bolsas”) con exudado purulento séptico (“pus”).
El animal puede presentar dificultades al defecar y/o orinar, existen secreciones uretrales constantes o intermitentes… y también aparecen signos sistémicos como fiebre, anorexia, decaimiento, dolor… En casos graves, en los que se produce rotura o liberación de los abscesos, se puede producir peritonitis de pronóstico fatal.
El tratamiento pasa por el drenaje quirúrgico de los abscesos.
• Tumores prostáticos: la incidencia de tumores en la próstata de los perros es verdaderamente baja: solo un 5% de los perros con patologías de próstata presentaron tumores; la mayoría de los tumores prostáticos del perro son malignos.
Entre los síntomas de esta patología tenemos las dificultades al defecar y/o orinar, dolor en el tercio posterior, anorexia, perdida de peso…
El diagnóstico se basa en toda la batería de pruebas anteriormente comentada, pero deberá confirmarse siempre mediante la biopsia.
En lo referente al tratamiento se puede intentar la cirugía, teniendo muy en cuenta que existen problemas secundarios de alteraciones en la micción…

En animales no castrados adultos sería recomendable la valoración del estado de la próstata de forma anual en la clínica veterinaria.
Fuente: https://www.muyinteresante.es/mascotas/articulo/tienen-los-perros-cancer-de-prostata-791654581946