La rastra

La rastra va colocada en el centro del cinturón, y se basa en un medallón en el centro con cadenitas que salen de su parte posterior, para finalizar con botones en sus extremos, los cuales van a realizar la sujeción del cinturón, tomándolo por los ojales, preparados para tal fin.

Está hecha toda en metal, puede tener inserciones de plata y oro, y los motivos con los cuales suele adornarse son muy variados, com vemos en las distintas figuras. Mientras que la rastra de la figura (1) posee seis extensiones o cadenas, puede ser que también traiga 4 cadenitas como lo muestra la figura (3).
La rastra, que cerraba su parte delantera, es una de las prendas gauchas que subsisten aún y quizá la que goza de mayor aceptación. Reemplaza la hebilla común de nuestro cinturón y consiste en una chapa de metal -níquel, plata u oro- de diversas formas, unas veces grabado y otras calado, monogramas hasta el nombre del dueño.
De argollitas soldadas en la parte inferior de la chapa, salen repartidas por mitades, a derecha e izquierda, ramales -cadenitas o trabas articuladas- terminados en una especie de botón que suele ser una moneda de plata o de oro, un escudo, una flor, etc.; estos botones se abrochan en los ojales correspondientes en los dos extremos del cinto, con lo que este queda sujeto y cubre el ceñidor o la faja.